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Manuel Barrera. Presidente del Colegio de Ambientólogos (Coamba)

"Tenemos medios para abastecernos 100% de renovables"

El presidente del Colegio de Ambientólogos, Manuel Barrera. / Jesús Marín

El presidente del Colegio de Ambientólogos, Manuel Barrera. / Jesús Marín

-¿Qué papel desempeñan los ambientólogos en esta sociedad volcada en el crecimiento económico?

-Un papel clave. Y la relevancia aumentará porque existe la necesidad de que haya profesionales que de manera objetiva, sin ninguna bandera ni color, comprometidos con el medio ambiente, presten sus servicios a todo tipo de entidades. Nos va en ello la salud y la calidad de vida.

-¿Y cómo consiguen trabajar con objetividad?

-No nos falta debate y controversia con los clientes cuando actuamos como consultores. Pero nos atenemos a un código deontológico y nos comprometemos especialmente con él, somos muy escrupulosos en cumplirlo.

-¿Hay mucho desempleo en su profesión?

-Ronda ahora el 20%. Es muy alto para la cantidad de trabajo que queda por hacer en el sector medioambiental. Si el medio ambiente empresarial estuviera bien ordenado, habría trabajo para todos los ambientólogos.

-¿A qué se debe que no esté bien ordenado?

-Cuando hacemos esta pregunta a los órganos correspondientes nos responden que hacen lo que pueden con los recursos que tienen. Y entonces mi pregunta es: ¿y los recursos dónde están? Creo que en Andalucía hay un déficit de atención presupuestaria en cuanto al medio ambiente. La atención se centra ahora en otras áreas prioritarias, como la educación y la sanidad; no digo que esas no sean áreas prioritarias, al contrario, pero el medio ambiente también es un derecho y habría que invertir los suficientes recursos como para que esté bien ordenado. Sin su medio ambiente, Andalucía no sería lo que es. Debería ser algo primordial.

-¿Ese déficit de atención se debe a que falta conciencia social?

-No lo creo. La ciudadanía está infinitamente más concienciada en el tema medioambiental que hace quince años, por ejemplo.

-Hay un pueblo alemán, Wildpoldsried, que ha invertido en renovables y ahora produce siete veces más energía de la que consume. ¿Es posible eso aquí?

-En nuestro país tenemos la suficiente capacidad técnica para hacerlo. Tenemos todos los medios y personal necesario. Pero se han destruido más de 40.000 empleos en el sector de las renovables tras el cambio normativo de 2012. Aquí, en nuestro país, la normativa no es la habitual de otros países. Literalmente, no impide a una vivienda autoabastecerse de energía, pero pone las suficientes cortapisas para que la gente antes de hacerlo se aburra.

-¿Es una normativa pensada para obstaculizar?

-Es una normativa diseñada de tal modo que no ha generado inversión ni autoconsumo ni instalaciones. No ha generado la creación de empresas ni que haya más autónomos. No ha generado lo que se le pedía. Está comprobado que esa normativa no sirve. Lo que proponemos es una auditoría objetiva y clara del sector eléctrico en nuestro país y después sentar en una mesa a todos los grupos interesados (tiene que estar la ciudadanía) y delimitar hacia dónde queremos ir. ¿Qué queremos ser en el futuro energéticamente? ¿Queremos estar abastecidos de manera renovable? ¿Queremos mantener un tubo de gas que viene desde Argelia y que nos suministra y por el que pagamos X? Es peor no saber hacia dónde vamos que saberlo. Tenemos medios suficientes como para abastecernos cien por cien de renovables. Sin duda. Pero si es el deseo del conjunto de la ciudadanía ir a un modelo basado en las nucleares... Ahora bien: vayamos hacia un modelo. Lo que tenemos ahora es un descontrol de inversiones, de subastas, y no tenemos un conocimiento claro de hacia dónde queremos ir.

-Lo que sí está claro es que hay un gran negocio.

-En mi opinión, a quien no perjudica este tipo de normativa y a quien le viene bien que este tipo de normativa exista es a las grandes distribuidoras de energía y a las grandes generadoras..

-¿Cree que habrá un cambio, que acabarán por triunfar las renovables?

-Creo que sí. Habrá la necesidad de hacer ese cambio. Y probablemente el motor del cambio ambiental será la salud. Va a ser un factor fundamental. Hay personas que no conciben ya que en las ciudades haya coches con gasolina. Llegará el momento en que la voluntad política cambiará para que en lugar de favorecer a unas pocas empresas se favorezca el bien común de la ciudadanía. Ahora somos una isla. 2016 fue el año en que fueron instaladas más fotovoltaicas en el mundo. Cada vez se instalan más. Y, sin embargo, en España no se instaló prácticamente nada. Somos una isla en medio del resto de países. Es desolador.

-¿Cuál es el principal reto medioambiental al que se enfrenta Andalucía?

-El cambio climático. Andalucía es especialmente vulnerable porque le afectan todos y cada uno de los perjuicios que el cambio climático está provocando y puede provocar: la subida del mar, que los fenómenos meteorológicos sean cada vez más virulentos (en Córdoba, 32 días con más 40 grados)...

-Algún experto ha dicho que el clima se africaniza en Andalucía y que el turismo irá en unos años a la costa del Cantábrico. ¿Ve usted tan grave la situación?

-Sí. La veo grave. Y preocupante porque no estamos actuando ante estos datos evidentes que transmite la comunidad científica.

-Suena como si fuese algo contra lo que nada se puede hacer.

-Soy muy optimista. Mi trabajo es perseverar. En la administración, en las empresas y en la sociedad. Pero habrá dificultades para mantener la calidad de vida que tenemos en Andalucía y hay que prepararse para ello. Llevamos bastante tiempo esperando la Ley de Cambio Climático de Andalucía, que aún no ha salido, a la que Coamba aportó 28 enmiendas. No ha llegado al Parlamento. ¿Por qué no nos ponemos ya en marcha?

-Buena pregunta. ¿Por qué?

-Hay que preguntárselo a los máximos dirigentes políticos de nuestra comunidad.

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