Francisco González de Posada. Científico y humanista

"Se puede creer en Dios o no, pero la física no lo niega"

-¿Se puede tener cinco doctorados universitarios y no estar loco?

-De momento, creo que no estoy loco; aunque reconozco que es una anomalía social. Debo añadir que empecé muy jovencito, y que tres de mis títulos de doctor los he conseguido después de jubilarme.

-No se quite méritos.

-Estudiar es para mí una diversión. No supe dedicarme a ganar dinero... -No es habitual encontrar a un especialista en disciplinas tan diferentes.

-La verdad es que me influyó mucho el cardenal Ángel Herrera Oria, al que conocí cuando estaba estudiando en Madrid. Nos motivaban para estudiar otras carreras. Aparte de Ingeniería de Caminos y Sociología, hice entonces Física.

-¿La física es el motor de la humanidad?

-No hay dudas. La Edad Moderna no empieza en 1453, con la caída de Constantinopla, sino con el copernicanismo, con Galileo. La Inquisición, que llevó a Giordano Bruno a la hoguera, censura a Galileo. Entonces comienza el imperio de la razón, que se coronará con Newton. La razón pasó a ser el fundamento y así llegamos a la Ilustración. Kant, a su modo, canoniza a Newton.

-Ahora estamos en la posmodernidad.

-La posmodernidad viene del siglo XX, con la revolución intelectual más determinante, que surgió de Einstein y nos llevó a la física cuántica. Esos conocimientos han perturbado lo filosófico y lo religioso.

-¿Dios ha sido sustituido por la ciencia?

-Dios y la ciencia no son incompatibles. Vuelvo a Galileo, cuyas ideas fueron condenadas por la Iglesia. Su primer principio teológico dice: el Universo es obra de Dios. El segundo: Dios se manifiesta por sus obras. El tercero: el hombre es libre e inteligente y debe enfrentarse a conocer el Universo. Si nos fijamos, los principios de Galileo son los mismos de la teología del papa Francisco en su encíclica Laudato Si.

-¿El Papa usa la ciencia?

-El Papa, como Galileo, nos dice que las Sagradas Escrituras están inspiradas por Dios. Y la obra de Dios, que es el Universo, no puede ser incoherente. Seguimos con las tensiones entre fe y ciencia, pero los elementos originales ya han sido resueltos. Y eso se ve en el papa Francisco.

-Sin embargo, hay enfrentamientos históricos.

-No se puede negar que existió la Inquisición. Han sido muchos años de "sostenella y no enmendalla" en la Iglesia. Otro problema es que algunos son más papistas que el Papa.

-Pero la mayoría de los científicos son ateos.

-Ya no es así. Hoy, aproximadamente, habrá un 50% de científicos ateos y otro 50% de creyentes.

-Usted es creyente.

-Yo tengo claro que la ciencia y la religión son ámbitos diferentes. Desde lo científico, lo filosófico y lo teológico, veo que son distinguibles y compatibles. La física no está ni a favor ni en contra de Dios. No sabe nada de ese tema. Se puede creer, o no, para eso el hombre es libre. Pero no se puede buscar la excusa de la física. No se sabe lo que fue el big bang.

-¿De dónde viene el enfrentamiento entre la fe y la razón?

-Viene de la Ilustración. Entonces se pasa de creer que Dios es la verdad a creer que la verdad es la ciencia. La Ilustración quita a Dios y pone a la razón. El momento actual es más complejo. No existe esa tensión. En Occidente está resuelto. Ya no hace falta un Nietzsche, un Freud o un Marx. Las tensiones religiosas se asumen desde la libertad y el respeto.

-Se culpa a las religiones de originar guerras.

-En el caso del cristianismo, no se puede negar que propició guerras en otros tiempos. Ahí están las cruzadas, por no hablar de la Inquisición. Pero hoy el mundo cristiano no incita a guerras. En el mundo musulmán puede que sí tengan este problema todavía.

-¿Nuestra sociedad ha perdido valores éticos?

-Cuando se habla de pérdida de valores éticos son los valores evangélicos. Nuestra ética procede del cristianismo. Fíjese que cuando se grita "Libertad, igualdad y fraternidad" se está hablando de valores que son propios del cristianismo, aunque se diga en una situación política, como la Revolución Francesa, en contra del absolutismo.

-Fue presidente de Cáritas. ¿Cómo lo vivió?

-Fui presidente de 1973 a 1976, al final del franquismo. Eran años difíciles, con muchas tensiones entre Iglesia y Estado. También hubo otros problemas. En la ayuda a los saharauis, que puse en marcha, tras la descolonización, tropezamos con gente que no se sentía solidaria con ellos.

-¿No le han tentado para dedicarse a la política?

-No. Lo he tenido muy claro. Nunca me he afiliado a ningún partido. Entiendo la disciplina partidista, pero yo me sometería con muchas dificultades.

-¿Cómo evolucionará la sociedad en el siglo XXI?

-No sé lo que puede suceder… Espero que no volvamos a tener una hecatombe nuclear, y que la humanidad siga su desarrollo. También espero que los descubrimientos científicos nos permitan vivir fuera del planeta. Sería un gran avance tener una base en la Luna y una mini ciudad en Marte.

-Publicó un libro sobre vida extraterrestre.

-Son investigaciones y conferencias, pero no me refería a la vida intelectual de otros seres parecidos a los humanos, que no sabemos si existen, sino a la vida inicial. El reto es encontrar planetas habitables. La astrofísica está detrás de eso.

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