La operación que la Policía francesa y la española llevan a cabo a raíz de la detención el pasado miércoles de tres presuntos miembros de ETA encargados del suministro de material a los comandos de la banda ha permitido ayer intervenir más de 200 kilos de explosivos en uno de los tres zulos abiertos este lunes.

El escondite, situado en las inmediaciones de la localidad de Pardailhan, en el departamento mediterráneo de Hérault, albergaba ocho garrafas con un total de 210 kilos de nitrato amónico, una de las sustancias empleadas por los terroristas para la elaboración de amonal, el explosivo utilizado por la banda en atentados como el perpetrado en Burgos el pasado 29 de julio.

A lo largo de su historia, ETA también ha usado artefactos compuestos de amonal en el atentado contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de Vic (Barcelona) en 1991 y en el del aparcamiento de la T-4 en el aeropuerto madrileño de Barajas el 30 de diciembre de 2006, con el que puso fin a su último alto el fuego.

El nitrato amónico está considerado un material de alto poder explosivo y que hay que manejar "con muchísimo cuidado", según han explicado a Efe fuentes del Área Química del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Las Fuerzas de Seguridad procedieron a abrir otros tres zulos, uno de los cuales, situado en Lacoste (Hérault), ya había sido descubierto el pasado viernes y sólo contenía dos bidones vacíos de unos cien litros de capacidad cada uno. Los otros dos escondites, ubicados uno en Le Bouis, cerca de Minerve (Hérault) y el otro en Montclar, en el departamento de Aveyron, al noreste de Toulouse, contenían 25 y 117 juegos de placas de matrículas, respectivamente.

En total, son ya diez los escondites de ETA descubiertos desde que el pasado miércoles fueran detenidos en la región de Saboya los presuntos etarras Alberto Machaín, Andoni Sarasola y Aitzol Etxaburu, considerados los responsables de suministrar armas y explosivos a los comandos de la banda desde el arresto el pasado 4 de julio de Itziar Plaza.

Con los 210 kilos de ayer son cerca de 700 kilogramos de explosivos los intervenidos por las Fuerzas de Seguridad desde el comienzo de la operación, que también ha permitido incautarse de una gran cantidad de componentes electrónicos que hubieran permitido confeccionar decenas de bombas-lapa, además de armas, municiones y documentación de la banda. De los diez zulos localizados, siete estaban situados en el departamento de Hérault, cerca de Montpellier, y entre ellos figuran los considerados más importantes por los responsables de la lucha antiterrorista.

Así, el de Camplong --ocalizado el pasado jueves- albergaba la mayor parte de los componentes electrónicos intervenidos, mientras que en el de Minerve descubierto al día siguiente había 330 kilos de explosivo.

En otro de los zulos de Hérault, el ubicado en Plaussenus y abierto también el pasado viernes, se hallaron varias bombas-lapa ya montadas y dotadas con temporizadores que permitían programar su explosión con una "gran antelación", como se sospecha que hicieron los terroristas en los atentados perpetrados hace unas semanas en la isla de Mallorca.