El pregón

Un escritor de buen humor

  • Eduardo Mendoza, uno de los novelistas más sólidos de la literatura española reciente, abre hoy la fiesta en la Plaza Nueva

La Feria del Libro sigue confiando en la veteranía para presentarse ante los lectores sevillanos. Si Saramago, Millás, Gamoneda y Savater pronunciaron los pregones inaugurales de las cuatro anteriores ediciones, este año el encargado de hacerlo será Eduardo Mendoza, uno de esos escritores -cada vez más escasos- respetados tanto por la crítica más exigente como por el público.

Y es que el barcelonés, nacido en 1943, es uno de los novelistas más sólidos de las letras españolas desde La verdad sobre el caso Savolta, aquella primera novela con la que obtuvo un prestigio fulminante, al tiempo que fijó las coordenadas de su tan reconocible universo personal y elevó su propuesta literaria a unas alturas probablemente no igualadas en la veintena de títulos que le seguirían.

A partir del asesinato de un industrial catalán, el autor firmaba en aquel libro, publicado en 1975, un trepidante relato policial infiltrado a su vez por una novela política. Las estampas de la alta burguesía de la Ciudad Condal y de la otra cara de la moneda social, el proletariado miserable, marcan ese debut ambientado en las convulsiones revolucionarias del trienio 1917-1919.

Desde esa primera obra, Mendoza no ha dejado de ofrecer demostraciones de su destreza como narrador. La multiplicación de registros, Barcelona como espacio propio (de la que es uno de sus más conspicuos cronistas contemporáneos) y un bestiario de inspiración cervantina -atento al pequeño más que al grande, al fracasado más que al triunfador, al loco más que al cuerdo- son algunas claves fundamentales para entender la obra de un escritor que ha cultivado con inteligencia y entusiasmo la ironía comprensiva, la manipulacion lúdica de los géneros (ahí está la serie comenzada con El misterio de la cripta embrujada, o el más reciente El asombroso viaje de Pomponio Flato), los divertimentos desenfrenados (Sin noticias de Gurb, El último trayecto de Horacio Dos) y los experimentos más serios (Una comedia ligera), e incluso alguna radiografía del posibilismo (turbio) de los años 80 (Mauricio o las elecciones primarias), todo siempre, y a pesar del aire a broma literaria fomentado muchas veces por el propio autor, desde la exigencia y el cuidado del lenguaje.

Pregón inaugural a cargo de Eduardo Mendoza. Jueves 6 a las 20:00 en la carpa de Plaza Nueva.

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