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Granada también contiene la respiración

  • La provincia se 'juega' en el Brexit 90.000 turistas anuales y un negocio de 55 millones de euros En la actualidad viven en el Reino Unido 1.591 granadinos

¿Qué se juega Granada en el Brexit? Pues, a grandes rasgos, un negocio que supera los 55 millones de euros, un flujo de turistas que bordea los 90.000 visitantes y una colonia de residentes que tienen un importante papel en la economía de zonas como la Costa Tropical y la Alpujarra. Esas tres grandes magnitudes, que son las que 'rigen' las relaciones Granada-Reino Unido junto a la de los expatriados granadinos, se verán afectadas por la decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea. ¿Cuánto? Todavía es pronto para saberlo, y dependerá fundamentalmente de cómo se negocie la salida y de los acuerdos comerciales que se alcancen entre el Reino Unido y la UE. ¿Cuándo? Pues, en algunos casos, de inmediato.

El resultado del referéndum cayó como un jarro de agua fría en los mercados, lo que se tradujo directamente en la devaluación de la libra, que alcanzó su nivel más bajo desde 1985. Y ahí precisamente está la clave de la inmediatez de los efectos del Brexit en la economía granadina. La depreciación de la libra tiene como consecuencia directa la pérdida de poder adquisitivo de los británicos, lo que afectará tanto al nivel de vida de los ciudadanos que residan en Granada como a uno de los sectores capitales para la economía provincial: el turismo.

Sin una moneda fuerte, a los ciudadanos del Reino Unido ya no les saldrá tan económico viajar a los países de la zona Euro, así que lo previsible es que la llegada de turistas procedentes de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte se vea reducida. Y no sólo eso, los británicos que decidan venir a Granada probablemente ajustarán el gasto y reducirán las estancias, así que los efectos pueden ser graves para la provincia. Porque, aunque en los últimos años el Reino Unido haya descendido varios puestos como mercado emisor de turistas para Granada, su peso en el sector sigue siendo determinante. En el año 2015 visitaron la provincia 90.911 viajeros británicos, que generaron a su vez 238.642 pernoctaciones. Esta cifra representa un 7,5% del total de visitantes extranjeros de Granada, y un 3,4% del total de viajeros que recibió la provincia, que ascendieron a casi 2,7 millones.

Aunque la capital es la que recibe la mayor afluencia de viajeros procedentes del Reino Unido (61.425), también hay un importante flujo de visitantes a la Costa Tropical (9.649), con especial incidencia en Almuñécar (6.610), que puede ser uno de los municipios más afectados por la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos británicos. El secretario general de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada, Antonio García, aseguró ayer que aunque todavía se desconoce el alcance que tendrá el futuro Brexit sobre el turismo granadino, no hay duda de que tendrá "efectos negativos", siendo como es uno de los principales mercados turísticos de la provincia. En concreto, el Reino Unido es el cuarto mejor 'cliente' internacional de Granada, por detrás de Francia, Alemania y Estados Unidos.

La devaluación de la libra esterlina también tendrá a corto y medio plazo efectos en el mercado exterior. En principio mientras no se formalice la salida de la Unión Europea no habría que esperar cambios, y cuando llegue lo normal sería que se establecieran acuerdos comerciales, pero la incertidumbre no es buena para los negocios, y la pérdida de valor de la moneda del Reino Unido tampoco será buena para las ventas de las empresas granadinas. En esta coyuntura, Granada pone en juego un volumen de exportaciones que superó en 2015 los 55,7 millones de euros, que convirtieron al Reino Unido en el quinto destino internacional de los productos de la provincia, sólo por detrás de Alemania (175,6 millones), Francia (99,2), Italia (76,3) y Países Bajos (69,1).

El sector que, en teoría, más tiene que perder con el Brexit sería el agrario, ya que los productos de la huerta granadina y el sector del aceite generaron en 2015 un negocio de 30,1 millones de euros. Sin embargo, desde el sector aseguran que la gran baza de Granada es que los productos que venden al Reino Unido no pueden encontrarlos allí, así que lo normal sería que siguieran comprando en el extranjero. El caso es que las exportaciones granadinas a este mercado han sufrido en los últimos años un comportamiento muy irregular. Aunque en el último año completo experimentaron un incremento del 1,4%, el negocio se ha resentido considerablemente desde el año 2008, cuando se exportaron productos por valor de 102,1 millones de euros. Esta variación -que no se ha producido en otros mercados- es un buen ejemplo de la sensibilidad del comercio exterior a crisis económicas, como la que puede afectar al Reino Unido tras su salida de la UE.

En cuanto a las importaciones, las empresas granadinas podrían verse en principio beneficiadas por la devaluación de la libra, aunque todo dependería de si finalmente se establecen aranceles y de los acuerdos bilaterales que se alcancen. En 2015, las importaciones de productos británicos a Granada superaron los 14,3 millones de euros, principalmente del sector de maquinaria y aparatos mecánicos (2,3 millones) y de productos químicos orgánicos (2,2).

El presidente de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), Gerardo Cuerva, recordó ayer que el panorama será completamente distinto en función de esas negociaciones: si el Reino Unido permanece en el Espacio Económico Europeo, "continuará habiendo comercio interior y libre", al igual que en Noruega, Islandia o Suiza. Si la salida también supone el abandono del espacio europeo, las consecuencias tanto en el comercio exterior como, sobre todo, en el tránsito libre de personas, pueden ser mucho mayores.

Y ahora, ¿qué pasa con los británicos que viven en España? En principio, su situación dependerá de los acuerdos que alcancen el Reino Unido y la Unión Europea, pero la salida supondrá un cambio de estatus, más brusco o menos en función de esas negociaciones. Los ciudadanos británicos podrían verse obligados a obtener permiso de trabajo y residencia para permanecer en España si se pone límite a la libre circulación de personas. Y, aunque no se llegara a ese extremo, qué duda cabe que la pérdida de valor de la libra frente al euro reducirá su nivel de vida y, por tanto, el gasto.

En la actualidad, Granada cuenta con una 'colonia' británica compuesta por 5.424 personas, que están empadronadas oficialmente en sus municipios de residencia. Este colectivo es el más numeroso de la Unión Europea, sólo por detrás de Rumanía, que tiene a 9.764 ciudadanos residentes en Granada. La británica es una comunidad fuerte, pero se ha visto bastante mermada en los últimos años de crisis. Según los datos del padrón municipal publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), desde el año 2012 los residentes procedentes del Reino Unido se han desplomado un 34%, ya que por aquel entonces la colonia británica contaba con 8.224 miembros.

En la actualidad, el grueso de los británicos que viven en Granada lo hacen en Almuñécar (1.108), aunque también son relevantes las comunidades de Órgiva (444), Salobreña (290), la capital granadina (261) y Loja (227).

Probablemente uno de los asuntos que más preocupa a los británicos que viven en Granada -cuya edad media es de 53,1 años- y en el resto de España sea el más que posible cambio de su situación sanitaria. La salida de la Unión Europea también acabaría con la asistencia sanitaria gratuita, uno de los principales incentivos para los miles de jubilados británicos que apuestan por retirarse la cálida y soleada España.

Al margen de ese grupo de residentes empadronados, Granada también cuenta con una población 'flotante' procedente del Reino Unido, entre los que se incluyen los estudiantes de Erasmus. Según la memoria académica de la Universidad de Granada, en el curso 2014/2015, por ejemplo, la UGR recibió 169 estudiantes británicos, mientras que envió a universidades del Reino Unido a otros 133 alumnos. En principio, según confirmaron fuentes del Ministerio de Educación, las becas Erasmus para el próximo curso 2016-2017 se mantienen con plena vigencia y "total normalidad", al igual que las de este curso 2015-2016, que están finalizando. Hasta que la salida de la Unión Europea no sea oficial, los programas erasmus tendrán plena vigencia.

Bastante más delicada puede ser la situación de los granadinos que viven en el Reino Unido. Según las cifras del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero, que también publica el INE, a fecha de 1 de enero de 2016 había 1.591 granadinos residentes en el Reino Unido. La cifra puede no ser muy alta, pero basta compararla con la del reto de países para comprobar que sí lo es, lo que demuestra que las islas británicas son un destino preferente para los granadinos que deciden exiliarse en busca de oportunidades laborales. Desde el año 2009 la población granadina que reside en el Reino Unido se ha incrementado un 88,5%, el aumento más significativo de los que han experimentados las principales colonias de granadinos en los principales destinos europeos.

De nuevo habrá que esperar, pero teniendo en cuenta que el núcleo de la campaña a favor del Brexit ha sido la inmigración, parece poco probable que se adopten acuerdos para la libre circulación de personas procedentes de la Unión Europea con tanta 'facilidad' como se podrían alcanzar los acuerdos comerciales. Si ayer los teléfonos de todos los granadinos que viven en el Reino Unido amanecieron colapsados de llamadas, whatsapp y mensajes, no fue por casualidad.

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