Cultura

Cantaoras de Jerez

  • Un disco grabado en directo, con Moraíto, que reúne a tres de las más importantes intérpretes jerezanas de hoy

Juana la del Pipa, Dolores Agujetas y La Macanita. Guitarra: Moraíto y Dieguito Agujetas. Producido por Alberto Benítez, Gonzalo López y José María Castaño. Bujío-BBK.

Dolores Agujetas es uno de los intérpretes flamencos más singulares e interesantes del panorama actual. Ésta puede ser considerada su tercera grabación, aunque en este caso colectiva, ya que comparte protagonismo con las voces de Juana la del Pipa y La Macanita. Cinco son los cortes que interpreta Dolores en la obra, siempre a la estela estética de su ilustre progenitor. Fandangos de Manuel Torre dichos con toda la ferocidad de esta casa cantaora, en la que la melodía se hace puro grito existencial, rabia vital. Soleares en carne viva en las que no falta la referencia a su abuelo y a los cantes de Juan Ramírez, siempre asumidos de una forma personal. La estética agujetera no subyuga por su primitivismo, como creen la mayoría de sus críticos y seguidores, sino por su actualidad. La actualidad eterna de conectar con una de las emociones más básicas del ser humano que es la rabia, el estupor ante los reveses cotidianos de la vida, y la respuesta visceral que esto nos genera. Quizá por la necesidad social contemporánea de reprimir este instinto básico de la ira es por lo que los Agujetas son una especie en vías de extinción, indispensable, pues se erige, para los amantes del flamenco, en uno de los pocos caminos para sublimar nuestro dolor por la vía de la rabia ajena. En las bulerías tenemos por fin el privilegio de escuchar la guitarra de Moraíto, ya que en los otros cortes acompaña a Dolores Dieguito Agujetas. Sigue aquí también las melodías y coplas que aprendió de su padre y su abuelo Agujetas el Viejo, con ese aire característico de la Plazuela y da fe de un sentido rítmico muy personal, ofreciendo una vertiente cantaora más amable, ingenua y hasta humorística, dulce y naïf: aquí se permite la cantaora estados de ánimo que en sus cantes más graves y característicos están completamente ausentes. El último corte en el que interviene Dolores es la ronda de tonás, en las que cantan las tres protagonistas del disco. Se trata realmente de tres ristras de tonás, una por cabeza, totalmente independientes, y conectadas por el sonido metálico de un yunque, a la usanza de los años 50 y 60.

Abre fuego La Macanita para pasar luego el testigo a la voz mermada, en los tuétanos, de Juana la del Pipa. Cierra la ronda, con buen criterio, por ser éste uno de sus cantes característicos, Dolores, toda naturalidad y verdad. Me he extendido a propósito de Dolores Agujetas por su singularidad cantaora y su escasa presencia, tanto en el mercado discográfico como en el escénico.

Juana y su voz portentosa, rota, canta además soleá por bulería, bulerías, tientos y fandangos. Ésta es tan sólo su segunda grabación, colectiva como la primera, aunque se prodiga en los escenarios, sobre todo acompañando a su sobrino El Pipa, haciendo precisamente los estilos mencionados. Destaca en la bulería por soleá, ese estilo jerezano al ciento por cien, por su empuje y carisma, así como por la voz y melodías, que nos evoca a otro eminente ronco jerezano como es el Tío Borrico. Y, para acompañamientos sublimes, jerezanos hasta la médula, la guitarra de Moraíto y los jaleos del Bo y Chicharito. Completa la obra la más joven de las tres, La Macanita, a la que glosé ampliamente hace unas semanas con motivo de la aparición de su último disco.

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