Cultura

Los Cuartetos vuelven a Sevilla

  • La recién constituida Asociación Andalucía Clásica ofrecerá en el Espacio Turina a partir de octubre su primera temporada de conciertos

Desde la desaparición en 2010 del extraordinario ciclo que la Fundación El Monte (luego Cajasol) había puesto en marcha en 1998, Sevilla carece de una temporada regular de música de cámara que haga desfilar periódicamente por la ciudad a grandes conjuntos internacionales, un vacío que los programas de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS), Juventudes Musicales y el Teatro Central, los Festivales Turina o de Primavera no han cubierto a causa de la propia finalidad o carácter de sus propuestas. El próximo curso la situación puede empezar a revertirse, pues el Espacio Turina acogerá un ciclo camerístico más que notable que nace con la intención de ser germen de algo importante.

La iniciativa parte de la Asociación Andalucía Clásica, que fue creada en 2016 por Andreea Butucariu, fundadora y directora de una agencia de representación artística y de un sello discográfico en Alemania, y Carmen Delia Romero, una entidad que en su web se define como "asociación profesional sin ánimo de lucro" y que tiene entre sus múltiples fines "promover la música clásica por toda la comunidad andaluza, (...) poner al alcance de los niños, jóvenes y estudiantes la formación, (...) formar al público del futuro, (...) integrar los conciertos de música clásica dentro del reclamo turístico de Andalucía", etcétera.

Sevilla carece de un ciclo regular de cámara internacional desde hace siete añosLa ciudad se juega mucho con este ciclo: ¿hay público suficiente para toda esta oferta?

El primer proyecto de Andalucía Clásica tendrá como destino el Espacio Turina de Sevilla, donde ha programado un ciclo de siete conciertos que inaugurará el 4 de octubre la gran pianista georgiana Elisabeth Leonskaja, que es representada por la agencia de Butucariu y ha sido nombrada presidenta de honor de la asociación. Leonskaja, que conoce ya la sala sevillana, ofrecerá música de uno de sus compositores predilectos, Franz Schubert. El ciclo se cerrará también con música schubertiana, un maratón que estaba previsto para el 30 de mayo, que se pensaba festivo (al dejar de serlo, es posible que el evento se traslade a un fin de semana cercano). Con un programa aún por cerrar, entre las 11 y las 21 horas se sucederán actuaciones de unos 45 minutos de duración dedicadas a la música instrumental del compositor vienés (una lástima que no se haga auténtico honor al concepto de la Schubertiada incluyéndose también recitales de lieder, que el adelanto de la temporada ofrecido por Andalucía Clásica no contempla).

El grueso de la programación estará dedicado en cualquier caso al cuarteto de cuerdas, con cinco propuestas de conjuntos que, con la salvedad del Diotima, se distinguen por ser formaciones jóvenes y prometedoras, que han empezado a despuntar en el último lustro dentro del ámbito europeo. Para su temporada, Andalucía Música aprovecha un ciclo de la Fundación Juan March de Madrid, los Viernes temáticos, que el próximo año hará un repaso por la historia del cuarteto de cuerdas en siete conciertos. Por Sevilla pasarán cuatro de esos programas madrileños, para configurar una serie planteada con la misma perspectiva histórica del género.

El primero de los grupos no participa de cualquier forma en el ciclo madrileño. Será el Cuarteto Edding, un conjunto formado hace diez años que toca con instrumentos originales y ofrecerá el 8 de noviembre un recital con obras de Bach (tres contrapuntos de El arte de la Fuga), Haydn (Op.77 n.1) y Mozart (KV 465, el famoso Cuarteto de las Disonancias, de la serie de seis dedicados a Haydn en 1785). El 13 de diciembre el Cuarteto Carducci ofrecerá dos obras mayores del repertorio del primer Romanticismo, el Cuarteto Serioso de Beethoven, una de las obras cumbres del período medio del compositor de Bonn, y el 14 de Schubert, conocido como La muerte y la doncella, posiblemente la más célebre partitura cuartetística de la historia.

Seguirá el 7 de febrero la actuación del Cuarteto Van Kuijn, fundado en 2012, que ofrecerá obras ya del pleno Romanticismo debidas a Mendelssohn (Op.44 n.2) y Schumann (Op.41 n.1). El 4 de marzo un joven conjunto español con apenas seis años de vida, el Cuarteto Gerhard, llegará para tocar el Cuarteto de Ravel, Vistas al mar de Toldrá y el Cuarteto n.1 de Smetana. Las citas con los cuartetos la cerrará el Diotima, que pasó hace unos meses por el Teatro Central con notable éxito: de aquella actuación repetirán el 9 de mayo un fragmento del Livre pour quatuor de Boulez y la estimulante Suite lírica de Alban Berg. Stravinski y el Cuarteto n.3 de Béla Bartók completarán su actuación.

En un curso que se abre con la celebración de la sexta edición del Festival Joaquín Turina y en el que la ROSS tiene previsto ofrecer dos ciclos íntegros en el mismo Espacio Turina (el de Cámara completo y, por primera vez, uno que con música principalmente del Clasicismo ofrecerá la orquesta en versión reducida: 27 conciertos en total), Sevilla se juega mucho con este nuevo ciclo promovido por una asociación privada. ¿Hay público suficiente para toda esta oferta? De la respuesta a esta pregunta dependerá la posibilidad de arraigo de una programación internacional de cámara digna de una Ciudad de la Música, título que la Unesco concedió a Sevilla hace justo 11 años.

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