Gilberto Gil inaugura esta noche en el Pabellón Hassan II (calle Max Planck, 2, en la Cartuja)la undécima edición del festival internacional de música Territorios. Cantante, músico, compositor y ministro de Cultura de Brasil, el bahiano cofundó en los años 60, junto a Caetano Veloso, Maria Bethânia y Gal Costa, el tropicalismo, la más poderosa encarnación brasileña del movimiento hippie, que propuso una reactivación, con frecuencia teñida de psicodelia, de la tradición sonora local y sirvió también como altavoz contra la dictadura militar de la época.

Con una trayectoria que reúne 65 álbumes, 12 discos de oro, cinco de platino, siete Grammys y más de cuatro millones de discos vendidos en todo el mundo, Gilberto Gil gusta de presentarse como un "embajador de la música" fuertemente comprometido con sus convicciones culturales.

Los ritmos del noreste de Brasil, además de la samba y la bossa nova, son fundamentales en esta formación. Son el punto de partida sobre el que Gil forja su propia música, a la que añade rock, reggae, funk y ritmos de Bahia como el afoxé. En cuanto a las letras, desarrolla una amplia variedad de temas en sus composiciones siempre relacionadas con la realidad que le rodea: desde la desigualdad social a las cuestiones raciales, pasando por la ciencia, la religión, los ancestros africanos o la cultura oriental. El espectáculo se llama Gil luminoso e incorpora una presentación "especial" de su último álbum homónimo: un viaje introspectivo, acompañado tan sólo por su guitarra y su voz.