Fernando Tejero. Actor

"Hoy en día propongo hacer una obra de teatro y me salen cinco productores"

  • El cordobés es uno de los protagonistas de 'Atchúusss!!!', una revisión del universo más cómico y desconocido de Chéjov que se representa en el Lope de Vega hasta el domingo.

Fernando Tejero representa desde hoy hasta el domingo, en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, Atchúusss!!!, una obra sobre textos cómicos de Chéjov en la que comparte escenario con Malena Alterio, Ernesto Alterio, Enric Benavent y Adriana Ozores, bajo la dirección de Carles Alfaro.

-Un montaje singular que está teniendo críticas muy positivas...

-Es un homenaje a Antón Chéjov y al mundo del teatro. La función empieza con un acomodador de un teatro actual que está viviendo el ocaso de su vida personal y profesional, y en un ambiente en el que no se sabe muy bien si está vivo o muerto empieza a recordar toda su vida profesional. Los demás personajes somos una especie de espíritus que van interpretándola. Esos fragmentos de su vida profesional son textos de la primera etapa de Chéjov.

-Que es la menos conocida de su obra...

-Se conoce sobre todo en las escuelas de interpretación, son piezas cortas con las que se trabaja mucho. Malena, Ernesto y yo habíamos trabajado algunas de estas piezas, que son El oso, La petición de mano, Una criatura indefensa y La institutriz. También hay algún fragmento de La gaviota y de alguna columna, porque en su primera etapa escribía artículos para periódicos. Es la parte más humorística de este autor, del que se conoce toda la parte más intensa, La gaviota, Tío Vania... Se dice que fue médico, hay quien dice que llegó a ejercer y quien dice que no, pero se comenta que parte de las enfermedades que tienen los personajes que van pasando por el escenario son las que tenían sus pacientes. Lo que les pasa a los personajes es un poco cruel porque se juega mucho con la condición humana, pero es muy divertido. Yo estoy muy orgulloso porque en cierto modo soy el que inventó este proyecto, que es como una cajita de música en un escenario minimalista pero muy bonito, con espejos en los que se transparenta lo que está pasando detrás del escenario en determinados momentos de la obra. Ernesto toca en directo en el piano la música de Mariano Marín. También cantamos. El vestuario de María Araújo es precioso, inspirado un poco en las películas de Tim Burton. Ya casi hace un año del estreno y tenemos funciones hasta marzo del año que viene.

-¿Cómo ha sido el trabajo con sus compañeros de reparto y con Carles Alfaro?

-Esto surgió a raíz de que Alfaro me llamara para un proyecto en el que yo en ese momento no podía implicarme porque tenía otros compromisos profesionales. Me sorprendió mucho que me llamara: afortunadamente, me sigo sorprendiendo con esta profesión. Me sorprendió no porque yo no fuera capaz de hacer lo que me pedía, ya que creo que soy capaz de hacerlo todo, sino por las características del trabajo, en verso... Pensé: por fin alguien se fija en mí para hacer estas cosas. Me quedé con la espina. A mí lo que más me gusta es el teatro: yo quise ser actor gracias a muchas funciones que vi en el Góngora y en el Gran Teatro de Córdoba. Y cuando tuve la posibilidad de volver a hacer teatro contacté con él y le dije que me encantaría que hiciéramos algo juntos. Me dijo que nunca había hecho algo en un teatro público y que no sabía si lo iban a querer y yo le respondí: déjame a mí, porque hoy en día la verdad es que propongo hacer una obra de teatro y me salen cinco productores, lo que no quiere decir que dentro de dos años no esté tocando la pandereta en el metro. Y le dije a Jesús Cimarro que quería hacer una obra con Alfaro. Hablamos entonces de hacer un clásico, Moliére, Chéjov... Y nos atrevimos con Chéjov. Surgió la necesidad de contar con un actor que tocara el piano y pensé en Ernesto. Malena y Ernesto nunca habían trabajado juntos y él dijo que sí. Y Alfaro aportó a Enric Benavent y Adriana Ozores, con los que ya había hecho cosas. Me siento muy afortunado. Llevo tiempo sin hacer cine porque el cine para el que me llaman no quiero hacerlo, y las películas que sí quiero hacer no consiguen presupuesto o van aplazándose. En el teatro hago lo que verdaderamente me gusta, ahora incluso me he metido en producción. El teatro lo tengo ahí guardado para gozarlo.

-¿Qué correspondencias se pueden establecer entre estos personajes y situaciones y el mundo actual?

-Muchísimas. Y te sorprende. Estos autores eran visionarios. Aquí ya se habla de los derechos de la mujer. La gente se identifica con estos personajes. Se plantean problemas que siguen pasando hoy, que tienen una vigencia enorme. Hay autores como Chéjov o Shakespeare adelantados a su tiempo: todo lo que cuentan tiene hoy una vigencia espeluznante. El caso de Chéjov es muy curioso porque parece que no ha pasado el tiempo: se pueden trasladar perfectamente las historias al presente.

-¿En qué proyectos anda metido en este momento?

-Tengo una película de autor que ojalá salga porque es preciosa, un viaje por la soledad del ser humano, con Nathalie Poza y Lola Dueñas. También estoy intentando hacer otro proyecto de televisión, con dos personajes solamente, para Movistar o para Cuatro. Y también es importante descansar, porque llevo un año horroroso. Soy un yonqui del curro, pero llevo un año haciendo tele, rodando una película, haciendo teatro... No descansaba ni un día de la semana. Y hay que parar porque llega un momento en que el cuerpo te dice hasta aquí.

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