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Cultura

Música de una a otra orilla

Noches en los Jardines del Real Alcázar. Programa: Obras de J. Turina, I. Albéniz, M. de Falla, C. Guastavino, E. Lecuona y X. Montsalvatge. Tenor: Juan Sancho. Piano: Xoan E. Castiñeira. Fecha: Miércoles, 19 de agosto. Lugar: Jardines del Alcázar. Aforo: Lleno.

"Irresistible". Ésta fue la palabra con la que resumió William Christie su impresión tras audicionar a Juan Sancho en París para su proyecto Le Jardin des Voix, como pueden comprobar en el famoso Youtube. Ciertamente que el timbre de voz del tenor sevillano posee una belleza difícilmente soslayable. Es una voz cálida, de suaves contornos, emitida con suavidad en los ataques, sostenida generosamente con el aliento y sin incómodas tremolaciones. Voz de tenor lírico-ligero y formada especialmente en el terreno barroco, posee esa claridad en la articulación y en la vocalización característica de esa escuela, lo que supone que se le entiende a la perfección el texto que está cantando sin que por ello se pierda definición o redondez del sonido. Quizá sea por ese origen historicista, pero se aprecia también en su forma de cantar una clara tendencia a adelgazar la voz una vez superada la zona de paso (no sin dificultades puntuales) y a partir del La natural; allí, en vez de continuar con la misma amplitud, recurre de inmediato a la media voz y a los aledaños del falsete y mete mucho la voz en la nariz, lo que no acaba de cuadrar estilísticamente con el repertorio elegido para su recital.

Salvadas estas ligeras cuestiones técnicas y de estilo, la verdad es que el recital fue de menos a más, con momentos de gran intensidad. El momento culminante vino con las tres canciones sobre textos de Cernuda de Carlos Guastavino, dichas por Sancho con enorme delicadeza en las matizaciones y con una sensible carga emocional, sobresaliendo entre todas Jardín antiguo. Más desenfadado estuvo en las Canciones negras de Montsalvatge, interpretadas con un divertido punto de dramatización, como en ese Punto de habanera cantado con un auténtico habano entre los dedos.

Castiñeira reiteró los mismos perfiles de su actuación del pasado día 31 y se mostró más acertado como acompañante que en solitario.

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