Dirección: Diego Carrasco. Grupo: Gema, Carmen, Junquera, Nano, Luis, Currito y otros . Artista invitada: Anabel Valencia. Lugar: Teatro Quintero. Fecha: Viernes, 16, hasta el domingo 18 de diciembre. Aforo: Media entrada.

El espectáculo es una estilización de la fiesta navideña jerezana por excelencia, la zambomba, a través de los sones, las voces y el estilo cantaor de los flamencos de hoy. Así, bien con los villancicos y canciones tradicionales, bien con nuevas composiciones, el sonido es plenamente contemporáneo. Tiene que ver, sobre todo, con la edad de la mayoría de los intérpretes, jóvenes, que cantan lo que se oye en la calle, en la fiesta. También, ya saben, canciones enumerativas, de quintos, etcétera.

Es una orgía de soniquete, el rito de la bulería. Una explosión de cante, de baile, de toque. También a través de voces rotas como la del Nano que, tanto por lo personal de su timbre como por el particular lenguaje escénico que despliega, fue uno de los más destacados de la noche. O Carmen, poderío femenino sobre la escena, cantando y bailando, en las dos entregas por bulerías que ofreció. También hubo dúos y, por supuesto, temas corales, que es lo más característico de la zambomba tradicional.

Y por supuesto el maestro de ceremonias, Diego Carrasco. El mago del compás cedió todo el protagonismo a esta nueva hornada de intérpretes jerezanos. Pero su sola presencia en la escena, sus comentarios entre descarga y descarga rítmica, es un talismán. Un solo comentario puede desencadenar la risa o la fiesta, invocando una y otra vez al soniquete, del que es sumo sacerdote. Por otro lado, sus dos intervenciones fueron una delicia de cómo se canta a compás, de cómo se baila a compás cuando está impreso en cada célula del cuerpo. Ya saben: no canta, no baila, no toca. No se lo pierda.

Es la cara más contemporánea de la celebración, del rito grupal jerezano de tradición. Incluso en la forma de bailar, con esas pataítas surreales y maravillosas, flamantes y plenas de sabor que cerraron la noche. Este jueves tendremos la otra cara de la moneda, la más historista, de la mano del grupo de Fernando Moreno.