La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 45 años, propietario y único administrador de la clínica dental de Carmona que cerró sin previo aviso desde la Navidad, por estafar presuntamente a sus clientes, según informó ayer el instituto armado en un comunicado. La Guardia Civil comenzó la investigación tras las numerosas denuncias presentadas en el puesto de Carmona por los afectados, que se quedaron con tratamientos a la mitad, a pesar de que ya habían firmado operaciones de crédito para financiarlos o los habían abonado incluso.

La Guardia Civil comprobó que los trabajadores de la clínica también habían dejado de percibir sus nóminas, que los proveedores ya no suministraban los trabajos encargados por el impago y que se había dejado de pagar el alquiler del local. Ante esta tesitura, comenzó una situación de "desamparo" para los clientes. Según la misma fuente, los trabajadores avisaron al dueño de los problemas, pero éste hizo caso omiso.

La Guardia Civil destaca que el ahora detenido es la única persona que controlaba y gestionaba los préstamos contratados con la clínica y que desde 2014 tenía solicitadas financiaciones personales por valor de unos 190.000 euros.

Por todo ello, la Guardia Civil localizó y detuvo en Madrid al propietario y administrador de la clínica dental, identificado como E. F. M., como presunto autor de un delito de estafa y fue puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia y de Guardia de Carmona. La investigación continúa abierta.

Los afectados por el cierre de la clínica, de la cadena Dentaldent, valoraron positivamente ayer el arresto del dueño. Según una de las portavoces del colectivo, se "ve un poco de luz en el camino".

A pesar de que los 66 clientes denunciaron ante la Guardia Civil y la oficina municipal de consumo el "incumplimiento de los tratamientos contratados", no cuentan "con mucha información" hasta ahora, pero esperan que el abogado que los representa consulte al juzgado, les aporte más datos y su situación se resuelva cuanto antes.