Los responsables del Plan Infoca dieron por extinguido ayer, sobre las 13:00, el incendio que afectó a unas 15 hectáreas de eucalipto y matorral en el parque natural de la Sierra Norte de Sevilla, en término de Constantina y que se declaró a última hora de la tarde del lunes. Junto al de El Garrobo -que se inició horas antes, afectó al pasto de una zona de dehesa y que se dio por extinguido el martes- han supuesto el primer sobresalto en la provincia, poco después del arranque del periodo de mayor riesgo de incendios forestales.

Según el director del Centro Operativo Provincial (COP) del Plan Infoca en Sevilla, Salvador Benítez, entre los factores que han favorecido estos fuegos están la temperatura y el viento. En el primer caso, se debe no tanto a las máximas que se han alcanzado de día, como al hecho de que hayan sido altas también por la noche. A partir de los 20 grados de mínima, la vegetación no recupera humedad -dice-, hay más estrés hídrico, que favorece que el fuego se propague ante cualquier incidente. En cuanto al viento, el predominante ha sido en estos días el de levante, menos húmedo que el de poniente en Sevilla, que al estar relativamente cerca de la costa llega con más carga de agua.

Las llamas han afectado en Constantina a 15 hectáreas de eucalipto y matorral

En cualquier caso, los arranques del verano siempre son complicados para los incendios, tanto si llueve -lo que favorece que haya mucho combustible vegetal para los incendios-, como si las temperaturas son altas y hacen que el que haya se seque y arda con más facilidad. Benítez precisó que el incendio de Constantina se produjo en pleno corazón del parque natural, en un eucaliptal ubicado a unos seis kilómetros del casco urbano de Las Navas de la Concepción, aunque no se temió por la afección a la población. Se trata de un lugar de recóndito, al que costó llegar a los medios terrestres. El humo fue detectado en una de las torretas de vigilancia del Plan Infoca. Aunque el origen del fuego se desconoce -son las brigadas de investigación de Medio Ambiente las que deben aclararlo-, preocupó el hecho de que afectara a una zona de eucaliptos: las hojas de estos árboles cogen vuelo en llamas, con un efecto bumerán, de forma que muchas veces el fuego no avanza en un solo frente sino que generan focos secundarios, más difíciles de controlar.

Todo apunta a que en la zona no se habían realizado trabajos servícolas desde la última tala de árboles. El hecho de que el martes se registrara poco viento favoreció que el incendio quedara controlado, sin afectar a otra masa forestal. Benítez se mostró confiado en que haya sido un incidente "puntual" en la Sierra Norte, una zona relativamente poco castigada por los incendios. Por un lado, está más protegida al ser parque natural, cuenta con un Centro de Defensa Forestal (Cedefo) y rutas de vigilancia programadas. Un helicóptero del Infoca está de forma casi permanente en la zona. Pero el director del COP también destaca que hay una mayor conciencia de los vecinos del valor de su entorno.

En El Garrobo se han salvado las encinas de una finca de dehesa, en la que ha ardido el pasto

En cuanto al incendio de El Garrobo, en el Corredor de la Plata y también relativamente cerca de la Sierra Norte, el aviso llegó a través del servicio de emergencias 112, por un ciudadano. Las causas se están investigando en un área en la que incendios y conatos son frecuentes. Las llamas afectaron al pasto bajo las encinas, un "combustible fino", sobre el que el fuego avanza rápidamente sin prender los árboles y que se espera que se recupere fácilmente con las lluvias. De momento, no hay datos sobre la extensión que se ha visto afectada, en una finca conocida como la Dehesa del Marqués.

Salvador Benítez recordó que en la lucha contra el fuego es esencial el trabajo del Infoca no sólo en los meses de alto riesgo (del 1 de junio al 31 de octubre) cuando el personal se vuelca en la detección y extinción, sino durante el resto del año en labores de prevención. También recordó a la población lo que supone un fuego en pérdidas y el riesgo en el que se pone el personal que por medios terrestres o aéreos trabaja en la extinción, en situaciones muy comprometidas.