La Asociación para la Defensa del Patrimonio de Andalucía (Adepa) ha defendido este martes su negociación con la Consejería de Cultura para resolver el conflicto que rodea al proyecto de restauración y adaptación de las Reales Atarazanas. A tal efecto, la organización teme que ahora medie una intención de "dejar parado" el principio de acuerdo alcanzado entre ambas partes y pendiente de firma.

Joaquín Egea, portavoz de Adepa, ha manifestado que la deriva hacia la que se encamina el asunto suscita "la impresión de que se quiere dejar parado" el principio de acuerdo alcanzado entre el colectivo conservacionista y la Consejería de Cultura, para solucionar el conflicto extrajudicialmente.

En ese sentido, ha recelado de las recientes declaraciones del actual consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, quien ha solicitado "generosidad" tanto a Adepa como a La Caixa, que financia el proyecto de restauración y adaptación, para "buscar un punto de encuentro".

Al respecto, Egea ha reiterado que La Caixa y el gabinete del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, autor del proyecto original de rehabilitación y adaptación del monumento, han estado "al día" de los avances y pormenores de la negociación promovida entre la Consejería de Cultura cuando estaba liderada por Rosa Aguilar y Eduardo Tamarit ostentaba la Secretaría, y los dirigentes de Adepa. "Estaban al corriente", ha insistido, manifestando su temor a que "después de un año de negociaciones, se quiera volver al punto de partida".

En cualquier caso, la licencia de obras del proyecto de reforma y adaptación del monumento sigue cautelarmente suspendida por orden del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número nueve, después de que Adepa impugnase dicha licencia y solicitase su suspensión provisional hasta la resolución del litigio.

 El borrador inicial del acuerdo

El mencionado borrador, objeto después de diferentes retoques al proseguir la negociación entre ambas partes, contemplaría entre otros aspectos la renuncia a las medidas inicialmente previstas para reforzar la cimentación, especialmente a los micropilonos de hormigón, los encepados de hormigón o los taladros en los pilares.

Además, el borrador inicial del futuro convenio recogería excavaciones arqueológicas en las naves seis y siete del monumento hasta el nivel original del mismo, así como la excavación y recuperación de los vestigios de la antigua muralla almohade, la supresión de la escalera metálica prevista al final de la nave cuatro, la renuncia a habilitar accesos al monumento desde la calle Dos de Mayo, la conservación de la sala de armas y de mandos del edificio del siglo XVIII o la renuncia a usos hosteleros en el cuerpo superior.