Movilidad

Águilas: mejor sin coches

  • El tráfico volverá a esta congestionada vía mañana después de una semana cortada por una obra

Señales que desvían el tráfico desde la cortada Águilas a Caballerizas.

Señales que desvían el tráfico desde la cortada Águilas a Caballerizas. / Juan carlos Vázquez

Mejor sin coches. Ésa es la opinión de los transeúntes que ayer paseaban por la calle Águilas. Una valla desvía el tráfico hacia la calle Caballerizas debido a las obras que desde hace unos días se realizan en la casa que hace esquina con Rodríguez Marín. Con los coches dando un rodeo, es posible pasear sin sobresaltos por esta angosta calle, uno de los principales accesos rodados al centro de la ciudad. Mañana, una vez terminada la obra y retirada la maquinaria y los andamios, Águilas volverá a ser incómoda para los peatones.

"Esta es una de las calles más incómodas para andar. Las aceras son estrechas y pasan muchos coches que no suelen respetar ni los límites de velocidad ni a los peatones". Esta opinión de Manuel, un vecino de la calle Cabeza del Rey Don Pedro, perpendicular a Águilas, es compartida por prácticamente todas las personas que a mediodía de ayer daban un paseo por la calle Águilas. Los residentes con los que pudo hablar este periódico señalaban que ya es hora de que el Ayuntamiento, como ha hecho con la calle Baños, se atreva a regular el tráfico en esta calle y que, además, acometa una reordenación para que los peatones puedan ganar espacio en detrimento de los coches.

Desde el pasado lunes, los coches han tenido que dirigirse obligatoriamente por Caballerizas para acceder a la Alfalfa por Odreros y Boteros, o bien volver al Águilas, una vez superado el tramo cortado, por Cabeza del Rey Don Pedro. Aunque en la esquina con la Plaza de Pilatos hay una placa que advierte que sólo está permitido circular por Águilas a los servicios públicos, la carga y descarga, los que se dirigen a hoteles y los residentes acreditados, es habitual que los que no cumplen con estos requisitos penetren impunemente hasta la Alfalfa. Por ello, José, camarero de uno de los establecimientos, cree que sería necesario que se tomaran medidas: "Podrían poner cámaras o algo así para multar a los que deben pasar. Así se lo pensarían".

En la esquina con Rodríguez Marín, los albañiles y los pintores se afanan por concluir una obra que debe estar lista hoy para que mañana regrese el tráfico, como anuncian los carteles que hay en las fachadas. Ayer, los turistas que salían de la Casa de Pilatos pudieron pasear sin dificultades hasta una joya como es el convento de Santa María de Jesús. Las monjas han aprovechado estos días para pintar y arreglar el friso de la fachada.

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