Sevilla

Asenjo apremia a las cofradías a presentar sus cuentas

  • El Arzobispado restringe el recorrido de los vía crucis de Cuaresma "para no alterar la dinámica de la ciudad"

  • Sevilla será la primera diócesis con una oficina de transparencia

"Las cofradías no pueden alterar la dinámica de la ciudad". Ésta fue una de las últimas declaraciones que pronunció ayer el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, durante su comparecencia ante los medios de comunicación para presentar el Protectorado Canónico de la Archidiócesis -el primero que se pone en marcha en España- pensado para que todas las parroquias y entidades religiosas sevillanas presenten sus cuentas. El prelado hispalense hizo este comentario al hilo de las últimas restricciones a determinadas hermandades que celebran cultos externos fuera de su feligresía y en vísperas de una nueva cuaresma en la que numerosas corporaciones organizan vía crucis.

"A veces hay un clamor de los representantes de la sociedad civil por el exceso de procesiones extraordinarias y vía crucis. Creo que no debemos provocar demasiados trastornos en la vía pública", refirió Asenjo sobre las limitaciones fijadas por el delegado diocesano de Asuntos Jurídicos para las Hermandades, Miguel Vázquez Lombo (presente en dicho acto), a ciertos vía crucis cuyos recorridos exceden la feligresía de una corporación. El secretario general del Arzobispado, Isacio Siguero, quien también acudió a la presentación, aconsejó a las cofradías modificar sus reglas, con la inclusión del itinerario de estos cultos, para que a última hora no se vean obligadas a realizar dichos cambios.

Las hermandades que aportan al Fondo Común Diocesano se triplican en dos años

Las palabras de la máxima autoridad eclesiástica en Sevilla llegan meses después de que representantes políticos y plataformas vecinales se hayan quejado de la "sobreabundancia" de procesiones y de los efectos molestos que éstas provocan en la movilidad de los ciudadanos. Sin ir más lejos, el portavoz de IU en el Ayuntamiento hispalense, Daniel González Rojas, expresaba dicho malestar horas después de que concluyera la procesión extraordinaria de regreso del Gran Poder a su basílica el pasado 6 de noviembre, a la que acudieron miles de personas. Una declaración que generó un intenso debate -entre los propios cofrades- sobre la necesidad de poner mesura a los numerosos cultos que celebran las hermandades a lo largo del año.

El Arzobispado quiere, así, que las críticas desde diversos sectores civiles contra la saturación de vía crucis, traslados, rosarios y procesiones extraordinarias se suavicen con la regulación de dichos actos, muchos de los cuales han de quedar circunscritos al entorno más cercano de una hermandad. Una medida que contempla la modificación de las reglas si fuera preciso, como reiteró monseñor Asenjo.

Las hermandades fueron, en buena medida, las protagonistas de la presentación del Protectorado Canónico de la archidiócesis, cuya función, según el arzobispo, "no es la de fiscalizar, sino la de asesorar y servir de tutela" en los aspectos financieros y económicos de las 900 entidades religiosas que existen en Sevilla.

El portal de transparencia se activará el próximo 1 de marzo, Miércoles de Ceniza. Las hermandades depositarán en el protectorado sus cuentas anuales un mes después de que sean aprobadas en cabildo. Las parroquias, por su parte, habrán de hacerlo antes del 28 de febrero de cada año. El canciller Isacio Siguero reiteró la necesidad de que las cofradías presenten sus resultados económicos, ya que, de no ser así, no pueden acogerse al régimen fiscal de las entidades religiosas que les proporciona diversos beneficios. Además, gracias a este protectorado podrán cumplir con las obligaciones derivadas del ordenamiento canónico y civil.

Actualmente más de 200 hermandades rinden sus cuentas ante el Arzobispado. En toda la diócesis existen 580, por lo que dicha cifra supone menos de la mitad. Para que este volumen aumente, monseñor Asenjo anunció ayer que en las próximas semanas enviará una carta a las corporaciones "recordándoles" la obligación que tienen de presentar sus resultados económicos anuales. "No me lo he inventado yo, sino que procede del derecho canónico", incidió el prelado hispalense, quien aclaró que "no hemos pensado en castigos ni medidas coercitivas a la hermandad que no lo haga. Sólo intentamos persuadir de que son entidades de la Iglesia y deben cumplir con la normativa. No les puedo mandar a la Policía".

En este punto, recordó la polémica que se suscitó hace más de un lustro cuando, a raíz de la negativa de los hermanos de la Esperanza de Triana a que su titular, el Cristo de las Tres Caídas, participara en 2011 en el vía crucis de Madrid por las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), acusó a las hermandades de la "falta de eclesialidad". "Cuando hablé en estos términos me refería a la pertenencia y la fidelidad a la Iglesia. Una hermandad no es un club de fútbol ni una asociación cultural, se trata de una asociación erigida canónicamente", aclaró Asenjo.

Tanto el arzobispo como el canciller mencionaron la aportación de las hermandades al Fondo Común Diocesano, sostén económico de la Iglesia sevillana. En dos años se ha triplicado el número de corporaciones que colaboran. Si en 2014 lo hicieron 41, un año después destinaron dinero a esta causa 78 y en 2016 fueron 122. Entre ellas, monseñor Asenjo destacó los más de 20.000 euros que aportó la Macarena. También agradeció a las corporaciones que colaboran con el Seminario Diocesano y al Cabildo Catedral por "su generosidad". "La diócesis necesita de recursos para cumplir sus fines: conservar el patrimonio, abrir nuevos templos y servir a los pobres", añadió el prelado.

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