El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Sevilla, Javier Millán, lamentó ayer que el Consistorio se "pliegue a la coacción y a la violencia" en el conflicto del taxi. "El gobierno se tapa los ojos ante un monopolio privilegiado desde hace años por la inacción de distintos alcaldes, que está perjudicando al turismo y a la imagen de la ciudad", apuntó Millán. "Quien no quiera lidiar con estos problemas no debe meterse a político", dijo el representante de la formación naranja, en un mensaje dirigido al alcalde, Juan Espadas, y al delegado de Movilidad, Juan Carlos Cabrera.

Millán considera que el ejecutivo local está cediendo a las presiones de "quienes se manifiestan dubitativos y no condenan las agresiones que se vienen produciendo en el aeropuerto de Sevilla". Para el portavoz de Ciudadanos, "éste es un tema espinoso, donde unos pocos intentan que el miedo se imponga a la razón y a la justicia", pero como representante público consideró "inconcebible que un alcalde o un delegado de Seguridad no se muestren tajantes ni rotundos ante comportamientos ilícitos".

"El gobierno está volviendo a usar la práctica del trilerismo, intentando desviar la atención hacia el intrusismo y obviando los principales problemas, que son la violencia, las estafas y que todos los taxistas van a seguir sin poder trabajar libremente en el aeropuerto", apuntó Millán, que recordó que "gobernar es decidir" y lamentó que Espadas olvide la implantación del turno rotatorio en San Pablo.

Además, el representante de Ciudadanos en el Consistorio pidió "que se escuchen las necesidades de la sociedad sevillana y la reclamación de los propios empresarios", por lo que se sumó a la petición de éstos para conectar el aeropuerto con la ciudad con un tren de Cercanías. "Esta medida supone un estímulo capital para el turismo y la captación de congresos y grandes eventos".