De padre español y madre chilena, aunque de origen croata -y prima hermana del escritor Antonio Skármeta- José Luis pasó una infancia y juventud nómadas, desarrollando sus estudios en distintas ciudades hasta recalar, hace cuatro años, en Sevilla. Aquí, este investigador especializado en biología del desarrollo, maduró la idea, a la que se sumó, explica, su compañero Fernando Casares, de crear una plataforma de genómica funcional que investigara las bases genéticas de enfermedades hereditarias. El proyecto, coordinado por ambos, se convirtió en realidad apenas hace semanas, con la inauguración de la plataforma en el Centro Andalu z de Biología del Desarrollo, un centro mixto de investigación entre la Universidad Pablo de Olavide, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y la Junta de Andalucía. Allí tratarán de entender, explica José Luis, las regiones reguladoras en el ADN que permiten la "construcción de un vertebrado", lo que les permitirá entender "los fallos en esa construcción que causan las enfermedades genéticas". Para ello se han instalado 3.000 peceras en la que se investiga con peces cebras, "vertebrados como los humanos". Un proyecto andaluz, asegura el investigador hispanochileno, absolutamente pionero en Europa, "donde ahora mismo estamos a la cabeza en este campo. Quizás porque somos los únicos suficientemente locos como para lanzarnos".