El Cuco estaba más preocupado por su perro y por sus amigos que por lo que le había pasado a Marta del Castillo, a la que únicamente se refirió en una ocasión en las conversaciones grabadas por la Policía y que mantuvo con su madre y con su abogado defensor en los meses de marzo y abril de 2009. La madre del menor, Rosalía García, aconsejó a su hijo que no dijera "nada" en uno de esas escuchas porque sospechaba que el teléfono estaba pinchado, según el diálogo que ayer se oyó en la undécima sesión del juicio contra el menor.

En éste y otros pinchazos, el Cuco muestra más inquietud por lo que podían decir sus amigos sobre los hechos y cómo contactar con la familia de Samuel Benítez que por lo que le podía haber pasado a Marta y cómo estaba su familia, según comentaron los abogados personados en la causa contra el Cuco.

La letrada de la acusación particular, Inmaculada Torres, indicó que, por cómo hablan, "no se manifiesta ningún sentimiento de compasión o pena por lo que le ha pasado a Marta o a su familia" y pregunta más por el "perro" que tiene su familia, con el que incluso llega a hablar por teléfono alguna vez.

En otra de las conversaciones, el menor se muestra intranquilo porque en el centro le han intervenido una cuchilla de un sacapuntas en uno de sus botines. El menor, que siempre habla como "llorisqueando y haciéndose la víctima" -según la acusación particular-, muestra a la madre su inquietud porque ésta pueda tirar su colección de navajas, porque le preocupa que la Policía pueda sospechar de las mismas, momento en el que el Cuco dice que las navajas "no tienen nada" y la madre le insiste en que no hable.

Fuentes de la Fiscalía concluyeron que en el juicio al Cuco "no ha habido sorpresas especiales sobre la instrucción", por lo que, aunque el Ministerio Público tiene que estudiar ahora la postura que sostendrá el próximo martes -cuando tenga que pronunciarse sobre si eleva a definitivas sus conclusiones provisionales-, todo apunta a que la fiscal de Menores mantendrá los cargos contra el Cuco por los delitos de asesinato y violación, por los que reclama seis años de internamiento en un centro cerrado y otros tres de libertad vigilada.

En la sesión de ayer también comparecieron los peritos de la Policía que analizaron el posicionamiento de los móviles del menor y de los adultos implicados en la causa. La acusación particular considera que la localización de las antenas repetidoras "deja sin coartada al Cuco", ya que hay dos momentos a lo largo del 24 de enero de 2009 y de la madrugada siguiente en los que no está localizado.

Los psicólogos y psiquiatras que han tratado a los padres y a las hermanas pequeñas de Marta ratificaron el "daño desmesurado" que sufre la familia desde su desaparición y que se ve agravado por el hecho de no haber podido recuperar el cuerpo de la menor.