Los vecinos de Sevilla Este y del Polígono Sur han acortado distancias con la zona comercial del centro. La ampliación de las líneas de Tussam 27 (Sevilla Este) y 32 (Polígono Sur) desde la Plaza Ponce de León hasta la Plaza del Duque se activó ayer con normalidad en la situación del tráfico, aunque la prueba de fuego de este cambio será en Navidad, con la llegada masiva de consumidores a esta zona comercial. El kilómetro que separa las dos céntricas plazas fue ayer protagonista de las conversaciones entre los usuarios, conductores, taxistas y trabajadores de la zona. Para muchos esta medida acrecentará el caos de la circulación durante las fiestas navideñas, o incluso antes, coincidiendo con los días del mercadillo del Duque.

El primer día de ampliación en las dos líneas del transporte público urbano contó con un amplio despliegue policial durante la mañana. Seis agentes de la Policía Local se encargaron de encauzar el tráfico en los cruces del Duque hacia la Campana. Tres agentes se colocaron en los pasos de peatones para tratar de reeducar a la población en una zona donde los viandantes suelen cruzar la calzada sin respetar las normas de la seguridad vial. La Policía Local abandonó el lugar cuando se activaron los seis semáforos que el Ayuntamiento ha colocado en el Duque para regular el tráfico ante la mayor presencia de vehículos. Cada línea cuenta con, al menos, una decena de autobuses. Varios cordones policiales quedaron en la zona y probablemente en su lugar se colocarán barandillas para tratar de impedir el cruce de peatones entre los vehículos. Precisamente la Asociación de Peatones de Sevilla advirtió ayer de la "alta posibilidad" de atropellos en el entorno de la Plaza del Duque y apuntó que el incremento del tráfico en viarios como las calles Águilas, Baños, Zaragoza o San Luis "han supuesto un grave incremento de la inseguridad vial".

Para tratar de disuadir a los conductores de acceder hasta el Duque desde la Plaza Ponce de León en sus vehículos privados, otros dos agentes de la Policía Local permanecieron ayer apostados en Almirante Apodaca, donde una placa recuerda la prohibición a de circular, a excepción de los taxis y del autobús.

Los cambios implantados por el Ayuntamiento en el centro, que incluye la aplicación de nuevo de la zona azul a partir del próximo lunes, fueron ayer diana de las críticas del portavoz municipal de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, que definió las medidas de Movilidad del gobierno municipal (PP) de "erráticas e inconexas". En opinión de Torrijos, la prolongación de los recorridos del 27 y del 32 contribuirá a convertir en una "auténtica ratonera" a la zona histórica, ya que, según añadió, los autobuses "se verán obligados a convivir con los problemas diarios derivados de la carga y descarga, con doble fila, los coches mal estacionados y con todos los obstáculos que han vuelto a aparecer".