HA sido concejal en Barcelona y en Sevilla. Gonzalo Crespo (Estepa, 1943) fue el primero que llevó el Flamenco al Palau de Barcelona y organizó el encuentro de Plácido y Tarradellas. Sus tres hijos nacen en Barcelona: Gonzalo, Sergio, Pilar.

-¿Por qué se va a Barcelona?

-Acabé Derecho y la cosa estaba realmente mal en Sevilla. Todos los días compraba La Vanguardia en el quiosco de Curro y traía dos mil anuncios diarios de trabajo.

-¿Un prototipo de emigrante?

-Terminé de director general de una compañía suiza de seguros, la más importante del mundo en el sector de reaseguros.

-¿Una merma para la política?

-Fundé el Centro Andaluz Blas Infante. El primer presidente fue Juan de Dios Ramírez Heredia, que fue diputado gitano de la UCD. Lo sustituí yo. Había un millón de andaluces en Cataluña y empecé a conocer sus problemas.

-¿Hizo política para Andalucía?

-Organicé la primera entrevista entre dos presidentes de comunidades autónomas. Tarradellas, que me quería mucho y con el que tomaba café en la Generalitat, recibió a Plácido Fernández Viagas.

-¿Un hito en su currículum?

-No fue el único. En la manifestación del 4 de diciembre de 1977 llevamos 300.000 personas, sólo Sevilla nos superó. Y llevamos por primera vez el flamenco al Palau. Decían que el flamenco era para los polideportivos. Actuaron Farruco padre en el baile, Calixto Sánchez y Bernarda y Fernanda de Utrera en el cante. Y Paco Lobatón iba explicando los palos.

-¿Por qué se vuelve?

-Rafael Escuredo, que es de mi pueblo, vino a Barcelona y comió en mi casa. Mi mujer, que era muy lista, le preguntó que dónde debía matricular a los niños. No eran demasiado mayores. El problema es si se echan novia.

-¿El regreso del emigrante?

-Me nombró director general de Emigración. Cuando llegué había treinta centros andaluces, cuando me fui 350. Visité a los andaluces de cuatro continentes. Fui al centro más antiguo, el de La Habana, fundado en 1916. Sólo me faltó el centro de Melbourne.

-¿Volvió a la vida municipal?

-Era secretario general de la Agrupación Centro, la de más militantes de toda España. Me llaman Luis Navarrete y Pepe Caballos para ir en las listas. Fui con la oposición de mi mujer y mis hijos.

-De 2003 a 2007 fue delegado de Fiestas Mayores. Cuatro Semanas Santas, cuatro Ferias...

-Presenté a cuatro pregoneros: Rafael de Gabriel, Antonio Murciano, Ignacio Sánchez Dalp y Enrique Esquivias. Con Manuel Román dije una cosa que dio juego: nos ponemos de acuerdo en el desacuerdo. En Barcelona viajé por toda España con los seguros y conozco cómo se vertebran las ciudades. A Sevilla la vertebra su Semana Santa. Hacen una labor social impresionante ante la que yo me quito el sombrero.

-¿Mítines o pregones?

-Más mítines. Di dos pregones, el de la Semana Santa de Estepa y de Lérida, donde convocamos un día antes una rueda de prensa para explicar lo que era un pregón.

-¿No prosperó su proyecto de ampliar la Feria?

-Yo conocía la logística de la Feria de Sevilla. En Cataluña organizamos la primera Feria de Abril en Barberá del Vallès. El traslado del Prado a Los Remedios la democratizó. Me llamaban los directores de hotel y me decían que qué hacían con doscientos japoneses con las casetas privadas y las públicas llenas. Las casetas de distrito no han sido una buena solución.

-Vive el debut de Cruyff...

-Yo iba al palco del San Andrés, que era mi distrito.

-¿Conoció al editor Lara?

-Escuredo me mandó a verlo en Barcelona para firmar un acuerdo de donación de sus colecciones a las bibliotecas de los centros andaluces y me dijo: "Tenga mucho cuidado con un tal Crespo, es un rojo de cuidado". Era yo mismo.

-¿Salida al laberinto catalán?

-El idioma catalán estuvo sojuzgado por la dictadura, pero han hecho una utilización política de la inmersión lingüística, han educado a la juventud en el enfrentamiento con el resto del Estado.

-¿Se le pegó algo de catalán?

-Yo defendía una tesis intermedia entre la asimilación de renunciar a tu identidad y olvidarte de tus orígenes y la tesis nostálgica.

-¿Sus hijos olvidaron el origen?

-Al revés. Han ido a rodar a Mathausen siguiendo la estela de dos primos hermanos de mi padre que estuvieron allí y murieron en el campo de Gusen.

-¿Una asignatura pendiente?

-La música. En los primeros sesenta formamos el grupo Cresmari, Crespo-Machuca-Ariza. Cantamos por Elvis en el cine Florida.