Miguel Carcaño, el presunto asesino de Marta del Castillo, regresó ayer a los juzgados de Sevilla para continuar durante cuatro horas con el examen psicológico que ordenó el juez encargado de la investigación por el asesinato y la desaparición de la menor.

Un día después de que todas las parroquias de Sevilla dedicaran una oración por Marta del Castillo, que habría cumplido el domingo 18 años, el presunto asesino de la menor regresó a los juzgados para continuar con las pruebas psicológicas. Se trata de la tercera ocasión en la que Miguel Carcaño comparece ante los facultativos, después de haberse entrevistado con un psiquiatra que debe determinar cuál es su salud mental.

La última ocasión en la que el joven acudió a la sede judicial fue increpado por un grupo de personas, que le profirieron diversos insultos a la entrada y salida del edificio del Prado de San Sebastián. Entre las personas que se desplazaron a los juzgados se hallaban dos amigos de Marta y del propio Miguel Carcaño, que pidieron al principal imputado que les "mirara a la cara", una acción con la que pretendían que sintiera "vergüenza".

Las pruebas que se están realizando al joven fueron acordadas por el titular del juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, tras la petición realizada por la abogada defensora del imputado, Paloma Pérez. La letrada solicitó la práctica de estas pruebas después de que Carcaño protagonizara un intento de suicidio en el centro penitenciario de Morón de la Frontera, donde está en prisión preventiva desde su detención a mediados de febrero pasado por su participación en la violación y asesinato de Marta.

El joven intentó quitarse la vida con el cordón de un chándal y dejó una carta dirigida a su abogada en la que mantenía que arrojó el cuerpo de la menor a un contenedor de basuras próximo a su casa.