En línea con el altar de plata. La Archicofradía de Pasión modificará la situación de la Virgen de la Merced y San Juan en la capilla sacramental del Salvador para situarlas en armonía con el Señor y salvar las perturbaciones que se pueden producir durante los actos de culto. Los pedestales de mármol en los que se entronizan estas imágenes se encuentran actualmente esquinados y en un plano cejado.

La Comisión de Patrimonio Histórico, un órgano dependiente de la delegación provincial de Cultura, Turismo y Deporte, dirigida por el delegado territorial, José Manuel Girela, informó favorablemente ayer a la hermanad del Jueves Santo para que pueda realizar estas modificaciones en la capilla sacramental de la iglesia del Salvador. La modificación del emplazamiento de las imágenes, según informó la delegación en una nota de prensa, es "por motivos litúrgicos y funcionales". Las dos peanas serán alineadas con el altar de plata que cobija al Señor de Pasión. Los cambios que se introducirán "no afectan negativamente al resto de los elementos integrantes de la capilla sacramental, incluidas las lápidas de enterramientos", por lo que la Comisión no ha puesto reparo alguno.

Por su parte, la hermandad explicó en su página web que la visión de la Virgen de la Merced y de San Juan era limitada, "por lo que se decidió en cabildo de oficiales, y con el visto bueno del rector de la iglesia colegial, presentar un proyecto de reubicación de ambas peanas para situarlas en línea con el altar y guardar mayor armonía con los requerimientos del culto a nuestros titulares". Tras este replanteo, las tres imágenes estarán situadas en el mismo plano frontal, aunque guardando las alturas actuales y facilitando la entrada y la salida al besapié permanente del Señor. Las actuaciones necesarias para la recolocación de las peanas se llevarán a cabo, previsiblemente, como informó la corporación, durante el verano.