Sevilla

Paso de cebra del PortaceliUn punto negro en la seguridad vial

  • Enésismo atropello en este lugar, en el que un peatón resultó herido

  • Los vecinos reclaman la presencia policial en la entrada y la salida del colegio

Enésimo atropello en el paso de peatones del Colegio Portaceli. Una mujer resultó ayer herida por una moto cuando atravesaba esta zona, que se ha convertido en un punto negro en la seguridad vial de la ciudad. Los vecinos de Nervión llevan años reclamando la presencia policial en la entrada y salida de los alumnos de este centro de enseñanza, el más numeroso de la capital andaluza, que congrega a 2.000 personas. También exigen barreras de protección para evitar que en este tipo de accidente -bastante habituales, según indican- se vean implicados menores. El Ayuntamiento, por su parte, explica que el accidente de ayer se produjo por una imprudencia del peatón que cruzó con el semáforo en rojo. La persona herida es una mujer de 30 años que se recupera de sus lesiones leves en el Hospital Virgen del Rocío.

Transitar por Eduardo Dato a la hora en la que los alumnos del Portaceli entran o salen del colegio se ha convertido en una actividad que requiere de enorme precaución. Los vecinos de la zona llevan años alertando de la necesidad de que se implanten mayores medidas de seguridad para evitar los numerosos incidentes que se producen en la zona, ninguno, por ahora, de carácter grave, pero que pueden acabar en tragedia, según advierten. El último episodio se vivió ayer, cuando a las 09:27 (media hora después de que los últimos niños entraran en clase), el Servicio de Emergencias 112 de Andalucía recibió un aviso tras sufrir una mujer de 30 años el atropello de una motocicleta.

Unas 2.000 personas transitan a diario las inmediaciones del Portaceli en horas puntaSe trata del segundo atropello que se produce en este recién estrenado año

Julio del Junco, secretario de la asociación de vecinos de los Jardines de la Buhaira, explicó que "no es la primera vez que sucede un incidente de este tipo". "Ocurren con mucha frecuencia, pero al no revestir gravedad, pasan desapercibidos", explicó este representante vecinal, quien incidió en que la situación "ha empeorado" desde que sólo existe un carril -en sentido Nervión- para los vehículos de servicio público y los autorizados por tener garaje en la zona. "Ese carril va pegado a la acera del colegio, apenas hay 30 centímetros de separación con el bordillo, y sin que existan vallas de protección para una zona frecuentada por numerosos niños", señala Del Junco.

Este carril, según denuncian los vecinos, no sólo lo usan los coches que tienen autorizado su circulación por él, sino que frecuentemente lo transitan otros vehículos, especialmente los que se dirigen a Nervión y otros barrios más alejados. "Al no haber vigilancia policial, resulta un atajo cómodo para un buen número de conductores", asegura el secretario de esta asociación vecinal. La situación provoca que no se respeten los límites de velocidad establecidos en la zona y que, incluso, "se salten los semáforos en rojo, algo de lo que hemos advertido a las autoridades en varias ocasiones".

La falta de vigilancia policial constituye la principal crítica de los vecinos. Antonio Coveñas, presidente de la referida entidad, insiste en que se ha solicitado que los agentes locales acudan a la entrada y salida de los niños del colegio. En ese punto, ambos rerepresentantes vecinales hacen hincapié en que se trata del centro educativo que más escolares aglutina en la capital andaluza. A ello se suma el personal docente y el de administración y servicios, por lo que al día hay 2.000 personas que transitan por sus inmediaciones para acceder y salir de este edificio.

"No pedimos que estén permanentemente allí, pero sí que vigilen el tráfico en la zona media hora a la entrada (entre 08:30 y 09:00) y otros 30 minutos a la salida (entre 13:30 y 14:00)", apostilla Del Junco, que considera que con esta presencia "se evita que los conductores cometan infracciones y los peatones algunas imprudencias". Sin embargo, tal petición ha caído, por ahora, en saco roto. "El Distrito Nervión hace oídos sordos a nuestras demandas, para algo debe servir la Policía de barrio", refiere este representante vecinal.

En otros colegios de Nervión, como el Santa Joaquina de Vedruna, sí se han atendido ciertas solicitudes para controlar l tráfico de la zona cuando entran y salen los niños. "Allí la Policía sí actúa, pero para poner multas a quienes estacionan en doble fila", destaca Del Junco.

La dirección del Colegio Portaceli no se ha pronunciado al respecto, pese a que este periódico intentó ponerse en contacto con sus representantes. Varios padres de alumnos aseguran que en diversas reuniones se ha insistido en la necesidad de que haya una mejor regulación del tráfico en la zona y mayor vigilancia para evitar que "algún día se produzca una desgracia".

Lo de ayer, por ahora, se ha quedado en un susto que ha alertado a las familias de este centro, cuyo acceso, a todas luces, parece que se ha convertido en un punto negro dentro de la seguridad vial de la ciudad. El Ayuntamiento, sin embargo, resta gravedad al asunto y niega que este enclave registre un elevado número de accidentes de tráfico, pese a que en los dos últimos años se han registado dos, uno de ellos mortal. Fuentes municipales aclararon que el atropello de ayer se produjo después de que la mujer que resultó herida atravesara la Avenida de Eduardo Dato con el semáforo en rojo y a través del carril bus, el más cercano al centro educativo. En ese momento pasaba cerca una motocicleta con dos ocupantes, que intentaron esquivarla, sin éxito. El conductor y el acompañante son dos jóvenes estudiantes de la Facultad de Educación Física, a la que se dirigían para realizar unas pruebas. Hasta el lugar de los hechos se desplazó una ambulancia, que atendió a la herida y la trasladó al área de traumatología del Hospital Virgen del Rocío, donde evoluciona de sus heridas leves de forma favorable. A los ocupantes se les practicó la prueba de alcoholemia, cuyo resultado fue negativo.

Se trata del segundo atropello de este recién comenzado año. El primero se produjo el pasado 4 de enero, cuando un conductor perdió el control de su vehículo tras sufrir un ataque epiléptico, lo que provocó que se empotrara en un edificio de oficinas de la calle Santa Fe, en Los Remedios. El conductor, que resultó herido grave, se llevó por delante a un peatón que paseaba con sus dos hijos menores, quienes sufrieron lesiones leves.

El pasado año concluyó con una cifra bastante alarmante en los atropellos mortales dentro de la capital andaluza: ocho personas murieron en este tipo de accidentes, lo que supuso duplicar la cifra de víctimas por atropello en solo un año. De estos casos, tres se debieron a la irresponsabilidad de los conductores y cinco a las imprudencias cometidas por los peatones, como todo hace indicar que ocurriera ayer en Eduardo Dato, donde, en esta ocasión, no hubo que lamentar víctimas mortales.

el atropello.En la imagen superior se observa la ambulancia que atendió a la herida tras sufrir el atropello. Sobre estas líneas, el lugar del accidente, a escasos metros del colegio.

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