Los vecinos de la barriada de El Fontanal mostraron ayer su satisfacción por el derribo de dos edificaciones bajas ruinosas que se habían convertido en focos permanentes de palomas, cuya masiva presencia en la zona provocaba quejas que llegaron a una reclamación ante la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz.

Según informó a Europa Press el portavoz vecinal Antonio González Barrera, el dueño del solar donde antes se levantaban estas edificaciones ha hecho actuaciones y obras para acabar con estos focos. "Por fin hay una orden del Ayuntamiento a los propietarios para que hagan limpieza, reparaciones y cerramientos en un breve plazo, y se ha dado otro plazo para terminar la edificación" en obras anexas.

El portavoz vecinal expresó su temor de que "si se arregla el asunto de los edificios que cobijan a estas aves sin capturarlas, éstas irán donde les pille, en cualquier hueco, no muy lejos, frecuentando más las terrazas, balcones, azoteas y cornisas", algo que ya está comenzando a suceder.

El Fontanal, del distrito San Pablo-Santa Justa, ha sido uno de los puntos con más quejas sobre el exceso de palomas. Los excrementos de estos animales han llegado incluso a afectar al techado de la parroquia de San José Obrero. Los vecinos comenzaron a limpiar ellos mismos el edificio ante la "inacción" del dueño y del Ayuntamiento como autoridad.

Según los vecinos, en varias zonas del entorno las palomas históricamente acuden para recibir comida que los vecinos les han ido proporcionando. Se trataría de "cientos" de estas aves que suelen encontrarse por Arroyo y por la barriada de Tartessos, así como en zonas ajardinadas y en la Plaza Pianista José Romero y en la confluencia de la calle Jabugo con la Plaza José del Castillo Díaz.

Como forma de paliar este problema, el Ayuntamiento aprobó la Ordenanza sobre Tenencia de Animales, que prohíbe la alimentación de especies como las palomas mediante el depósito de alimentos en la vía pública, para lo que se prevé multas de hasta 500 euros.