Podría ser un eslogan. Sevilla está acogiendo ese fin de semana una cumbre de altísimo nivel que el alcalde lleva organizando desde hace meses, aunque hace un mes que se anunció oficialmente en la World Travel Market de Londres. Rodeado de ministros, secretarios de Estado, banqueros y empresarios, Juan Espadas está ejerciendo de perfecto anfitrión en una cumbre hispano-británica que se celebra desde 1988 y que este año tiene como escenario la capital hispalense. No de manera casual. Detrás de este encuentro hay mucho trabajo desarrollado por el equipo de gobierno, empeñado en reforzar la imagen de Sevilla como ciudad acogedora de cumbres de alto nivel. Y algo más: Espadas quiere allanar el terreno para que Sevilla pueda convertirse en receptora de empresas británicas en el caso de que se consumara el Brexit.

Y ahí está el alcalde codo con codo con el ministro Luis Atienza, con quien Espadas mantiene una buena relación a raíz de trabajar en temas de sostenibilidad. Y también con otros ex que han tenido carteras en el Gobierno y hoy asesoran en el sector privado, como Pedro Solbes y Trinidad Jiménez. Éstos, entre muchos otros empresarios, representantes del Banco de España, del Banco de Inglaterra... y de ambos gobiernos. Un despliegue que ha sorprendido incluso a algunos en la Delegación del Gobierno en Andalucía, según se cuentan en los pasillos. Todos reunidos a puerta cerrada, ayer en la sede de Cajasol, para hablar del Brexit y seguridad, defensa, inmigración, nuevas tecnologías, energía y medio ambiente y cultura.

La recepción, para un centenar de participantes, fue en el Alcázar el viernes y hoy la clausura tendrá lugar en el Salón Colón. La estancia más noble de un Ayuntamiento que tiene altas miras puestas en el turismo de calidad y la búsqueda de inversiones. Espadas apunta alto. A ver si se ven los frutos.