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JUZGADO DE GUARDIA

La aparición de Alaya

  • Alaya recibe en la misma semana las críticas de las defensas en el caso Mercasevilla y un varapalo del TSJA, que ha corregido su primera sentencia como presidenta de un jurado popular

La aparición de Alaya

La aparición de Alaya

L style="text-transform:uppercase">A juez Mercedes Alaya nunca pasa desapercibida, como hemos tenido ocasión de comprobar en múltiples ocasiones. El pasado martes se produjo una anécdota como preludio al inicio del juicio por el supuesto fraude en el concurso para la venta de los terrenos de Mercasevilla, una causa que instruyó la propia Alaya junto a las otras macrocausas. El fotógrafo Juan Carlos Vázquez captó la imagen de arriba. En la misma se observa la llegada del ex portavoz municipal de IU en el Ayuntamiento de Sevilla y uno de los principales imputados en la causa, Antonio Rodrigo Torrijos, acompañado de su abogado.

Pero la curiosidad de la foto está en lo que no se ve a primera vista, porque el reportero hizo la foto en el mismo instante en que la juez Mercedes Alaya llegaba en un vehículo a la Audiencia de Sevilla. Así, puede verse a la magistrada sentada en el asiento de atrás del coche, contemplando desde su plano cómo el político que ella sentó en el banquillo de los acusados era fotografiado cuando acudía a la primera sesión del juicio. Una auténtica aparición de la juez estrella.

La Fiscalía ha avalado la actuación de Alaya, con la que mantuvo numerosos rifirrafes

La anécdota no se quedó ahí, porque tan sólo unos minutos después, Mercedes Alaya y el investigado Antonio Rodrigo Torrijos compartían ascensor para subir, la primera, hasta la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla donde está destinada, mientras que el político de IU se dirigía a la segunda planta del edificio, donde se celebra el juicio. En el ascensor no hubo conversación alguna, más allá de un protocolario y educado saludo.

La curiosa aparición de Alaya parecía anticipar lo que iba a ocurrir tan sólo unos minutos después, cuando la instrucción realizada por esta juez comenzó a aglutinar los reproches y las críticas de las defensas de los diez imputados por el caso de la venta de los suelos de Mercasevilla a la hora de plantear las cuestiones previas.

Es curioso también, todo hay que decirlo, que a Alaya le lluevan las críticas de las defensas a toro pasado, cuando ya no instruye las macrocausas ni puede tener ninguna intervención en el resultado del juicio. ¡Esos cojones, en Despeñaperros!, como dijo Caracol el del Bulto a la locomotora de vapor que silbó a su llegada a la estación de Atocha.

El primero que cargó contra la instrucción de Alaya fue el propio Antonio Rodrigo Torrijos, cuya defensa planteó que este juicio es "cosa juzgada" porque otro juzgado antes que Alaya había investigado una denuncia por los mismos hechos que fue archivada y ese archivo a su vez confirmado por la Audiencia de Sevilla.

La defensa del ex director general de Mercasevilla Fernando Mellet, a quien Alaya también procesó en varias causas, fue de las más activas a la hora de atacar a la juez, al criticar la "ausencia de imparcialidad" o, lo que es lo mismo, la supuesta parcialidad, de la instructora por no haberse abstenido de esta investigación cuando su marido, el auditor de cuentas Jorge Castro, había auditado las cuentas de Mercasevilla años atrás y, según Mellet, tuvo que despedirlo a raíz de las irregularidades detectadas en las cuentas.

Otra defensa, la del ex concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla Gonzalo Crespo, calificó de "sorprendente" su imputación, que se produjo porque Alaya "aprovechó" que otro investigado había solicitado su declaración como testigo para imputarlo en el caso.

Tras los reproches de las defensas, Alaya encontró un defensor en la Fiscalía, la acusación pública con la que había mantenido numerosos y en ocasiones bruscos rifirrafes con motivo de la instrucción de las distintas macrocausas. El fiscal avaló sin matices la actuación de Alaya y su competencia para investigar el caso Mercasevilla.

No fueron las únicas críticas que recibió Alaya esta semana. La magistrada soportó un varapalo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que decidió revocar la condena de seis meses de prisión que impuso a la ex alcaldesa de Bormujos Ana Hermoso por el cohecho del bolso de Loewe, el regalo que recibió antes de votar a favor de una moción de censura. El Alto Tribunal declaró prescrito el delito de cohecho que apreció Alaya en su primera sentencia dictada como presidenta de un tribunal del jurado. El tribunal consideró "inasumible" el argumento de Alaya a la hora de condenar a la ex regidora.

La juez Mercedes Alaya llega en un coche a la Audiencia en el momento en que Antonio Rodrigo Torrijos se dispone a entrar en la sede para el juicio de Mercasevilla.

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