En periodo de crisis, con el aumento del paro, son muchos los que deciden comenzar a estudiar unas oposiciones públicas para conseguir más estabilidad y seguridad económica. Pero trabajar para el Estado "requiere tener vocación de servicio público", según explica el diplomático y miembro del Ministerio de Asuntos Exteriores Guillaume Monfort. "Trabajar para el Estado es trabajar para todos". La administración pública era, hasta el momento, el horizonte para muchos estudiantes de Ciencias Políticas que no comprendían del todo el alcance real de sus estudios.

Este año finaliza la primera promoción de politólogos de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), y muchos de los estudiantes se plantean buscar otras opciones diferentes a estudiar una oposición. Según explica Irene de Dios Gallego, presidenta de la Asociación de Ciencias Políticas (Ascipo), formada por alumnos de la Olavide, "no sabemos a qué tipo de trabajo nos permite acceder la formación que hemos recibido".

Buscando asesoramiento, esta asociación organizó un ciclo de conferencias en las que participaron profesionales de diferentes sectores para iluminarles el camino y señalares nuevas posibilidades laborales. "El graduado en Ciencias Políticas sabe de Derecho, de Economía, de Historia y de Sociología", explica el decano de la Facultad de Derecho de la UPO, Andrés Rodríguez Benot. "Tiene una visión profunda del funcionamiento político y del comportamiento de los grupos humanos, y eso le permite trabajar en asesorías políticas, en investigación y sondeos y acceder al cuerpo diplomático".

Cada vez más, los partidos políticos contratan los servicios de asesorías para mejorar sus campañas electorales. Las asesorías políticas son una de las salidas naturales de esta titulación. "El sector exige un perfil que sepa de política y de comunicación", comenta Sandra Rudy, chief strategy officer de Redondo y Asociados, la primera asesoría de España. "Aunque el perfil del graduado es muy completo, es necesario modernizar el plan de estudios para que se ajuste mejor a las demandas de las empresas privadas".

Gracias a las últimas campañas electorales de los Estados Unidos se está profesionalizando la figura del asesor político. "Se necesita una capacidad de análisis fuera de lo normal, poder dejar de lado las ideologías y ver el problema a vista de pájaro; los prejuicios políticos invalidan la estrategia de los partidos políticos", aclara Eduardo San José, politólogo y representante de SYM Consulting. Pero afirma que es un "error que debe evolucionar y modernizarse" que la titulación tenga como punto de partida la Facultad de Derecho.

Para Isidro Torres, experto en recursos humanos, el perfil del titulado es muy polivalente. "La crisis ha demostrado que en el sector público hay poca gente verdaderamente cualificada, es necesario que la Administración esté en manos de gente que la dirija con eficacia". Para el catedrático Francisco Llera, director del prestigioso Euskobarómetro, que ahora da clases en la Olavide, la incorporación de politólogos a la Administración supone un factor de modernización. Respecto a la investigación política, Llera afirma que la universidad es una salida limitada, "por su escasa capacidad de absorción", precisa. Pero afirma que, por el contrario, en los partidos políticos, la opinión pública, los análisis de imagen corporativa o en política comparada "pueden encontrar diferentes posibilidades para desarrollar investigaciones".

Por su parte, los alumnos son conscientes de que están bien preparados para unas oposiciones, "tanto europeas, nacionales o locales", explica Irene de Dios Gallego. Aunque se muestran más inseguros a la hora de hablar de su futuro laboral en el sector privado. "Ahora, con la crisis, sabemos que es muy difícil, pero eso es algo que afecta a todas las carreras".

Respecto a la idea de ampliar la formación, Irene piensa que en cualquier trabajo es necesario "vivir en continuo proceso de aprendizaje". Irene, a punto de terminar su carrera y afrontar por primera vez su entrada en el mundo laboral, espera encontrar un trabajo que le permita "viajar, conocer mundo, y participar en negociaciones a nivel internacional". Por el momento, no sabe si comenzar a estudiar unas oposiciones o intentar acceder a un puesto de trabajo en una empresa privada.