Política social de vivienda

Emvisesa realiza otra permuta con realojo a una familia que vivía en un 'piso cárcel'

  • La empresa municipal ya ha realizado 40 procedimientos similares 

  • La nueva residencia que se le ha asignado tiene una renta "asequible"

Un bloque de pisos de Emvisesa.

Un bloque de pisos de Emvisesa. / D. S.

El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la empresa municipal de la vivienda (Emvisesa) y en coordinación con la Delegación de Bienestar Social, Empleo y Planes Integrales de Transformación Social, ha vuelto a aplicar el protocolo de permuta con realojo simultáneo en la adquisición de una nueva vivienda y la entrega a sus propietarios de otra en alquiler. Emvisesa ya ha llevado a cabo 40 permutas de viviendas, 10 de ellas mediante el programa de permuta con realojo simultáneo.

“Emvisesa posee diferentes programas para facilitar que aquellas familias que habitan en viviendas que no se adaptan a sus necesidades, puedan cambiarlas por otras que sí se ajusten”, ha afirmado el delegado de Bienestar Social, Empleo y Planes Integrales de Transformación Social, Juan Manuel Flores, quien ha recordado que “gracias a dichos programas se han realizado 40 permutas y estamos tramitando otras seis”.

En este sentido, Flores ha explicado que “acabamos de llevar a cabo una nueva operación de permuta de vivienda con realojo simultáneo por la que hemos adquirido la vivienda de una familia cuyos graves problemas de salud la habían convertido en un verdadero piso cárcel y, de forma inmediata, le hemos adjudicado una vivienda adaptada a sus necesidades con un alquiler muy asequible que ronda los 285 euros mensuales”.

Con este tipo de operaciones, ha destacado el delegado, “además de solucionar el problema de esta familia, Emvisesa logra ampliar el parque público de viviendas, ya que los pisos adquiridos se ponen a punto y se adjudican a otras familias compatibles”.

Emvisesa ha estudiado el caso de la familia, uno de cuyos miembros de avanzada edad posee una minusvalía reconocida del 45% a la que se suman otras afecciones que limitan considerablemente su movilidad. Estas dolencias, unidas a las barreras arquitectónicas que existen en la que era su vivienda sin ascensor, la mantenían confinada en lo que se conoce como un “piso cárcel”.

Al tiempo que adquiere su vivienda, situada en el Distrito Cerro-Amate, a cambio de 22.664 euros, Emvisesa le ha adjudicado una vivienda situada en planta baja que se adapta a las necesidades de la familia y que le permitirá desarrollar una vida normal. La nueva residencia se encuentra en el mismo distrito donde la familia tiene arraigo y con una renta mensual asequible.

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