Sevilla

La hora del Cuco

  • La Fiscalía de Menores y los padres de Marta piden una condena de seis años de internamiento y tres de libertad vigilada, la máxima que prevé la ley del Menor.

El juicio que comienza este lunes en la Audiencia de Sevilla tiene una gran trascendencia para la familia de Marta del Castillo por un doble motivo. De un lado, el inicio de la vista oral coincide con el segundo aniversario de la desaparición de la joven. De otro, los padres piensan que se trata de uno de los dos últimos cartuchos que les quedan -el otro es el juicio a Miguel Carcaño y a los otros imputados- para tratar de hallar el cuerpo de su hija.

La esperanza de la familia radica en que el menor apodado el Cuco o alguno de los cuatro adultos imputados, que declararán como testigos en una vista que se celebrará a puerta cerrada y para la que paradójicamente se han acreditado un centenar de periodistas, pueda ofrecer algún dato en su declaración -si finalmente acceden todos a declarar- que pueda contribuir a averiguar dónde puede estar el cadáver. Dos familiares de Marta y la madre del Cuco asistirán a la vista.

Durante la primera sesión de las once que se han fijado inicialmente para el juicio, está previsto que declare el acusado, el menor de 16 años que vive en un piso tutelado en la provincia de Cádiz y que se enfrente a una petición de la Fsicalía de seis años de internamiento en un centro cerrado y a otros tres años de libertad vigilada. Hasta ahora, el Cuco ha prestado ocho declaraciones ante la Policía, la Fiscalía de Menores y en dos ocasiones ante el juez de Instrucción número 4 de Sevilla, que investigó la causa principal. De estas ocho declaraciones, el Cuco ha reconocido su implicación en la desaparición de Marta en tres de ellas, mientras que en las restantes ha asegurado que la noche del 24 de enero de 2009 ni siquiera estuvo en el piso de León XIII, donde fue asesinada la joven.

El menor culpa a los agentes del Grupo de Menores (Grume) de haberle “presionado” para que se autoinculpara, llegando incluso a afirmar que lo que hizo en alguna de las declaraciones fue “repetir” todo lo que le habían contado los policlias, incluso el lugar exacto desde donde declaró que se deshicieron del cuerpo, en una pasarela desde el río Guadalquivir. En una de sus comparecencias, el menor afirmó que los detalles que ofreció respecto a cómo ocultaron el cuerpo se los “inventó” para dar mayor verosimilitud a su testimonio. El Cuco dijo que cuando llegó al puente de Camas desde el que habrían arrojado el cuerpo le dijo a la Policía que ése no era el lugar, pero al final acabó reconociéndolo porque era el escenario que habían señalado los otros implicados.

El relato que realiza la Fiscalía para imputar los delitos al Cuco -que está acusado de un delito de asesinato, dos de violación y otro contra la integridad moral- parte de que sobre las 20:30 horas del 24 de enero el menor se dirigió al piso de la calle León XIII, propiedad del asesino confeso, Miguel Carcaño, con el que había quedado junto a Marta. Tras ingerir algunas bebidas alcohólicas, Miguel Carcaño intentó besar a Marta y, ante la negativa de la menor, comenzó a golpearla, acción en la que también habría intervenido el Cuco, según el escrito de la acusación pública.

A continuación, Miguel Carcaño y el menor, que entonces tenía 15 años, llevaron a Marta hasta un dormitorio de la vivienda, donde tras sujetarla y colocarle un calcetín en la boca para que no gritara, la violaron. La muerte de Marta se produjo porque el menor la habría asfixiado con el cable de una alargadera mientras Carcaño la inmovilizó, lo que impidió que la adolescente pudiera defenderse hasta que cayó muerta. Tras el asesinato, Miguel y el Cuco se marcharon del piso y volvieron a una hora no concretada para, en compañía de los otros imputados adultos, sacar el cuerpo de Marta y desprenderse del mismo en un lugar que dos años después no ha podido ser determinado.

Frente a este relato, que coincide con el que la Fiscalía presentó a la hora de acusar a los cuatro adultos, el Cuco sostiene que aquella tarde, aunque tenía previsto encontrarse de madrugada con Samuel Benítez, se quedó en su casa tras haber estado con dos grupos de amigos. El menor dice que un amigo lo llamó sobre las 19:15 horas de aquella tarde y que estuvo con él y otros hasta las 21:15 horas junto al Polideportivo de San Pablo. Cuando regresaba a su casa se encontró con otros amigos del instituto en una pollería y se marcharon hasta un parque cercano, donde estuvo hasta las 23:00 horas y llegó a su casa a las 23:30. El Cuco dice que tras hablar con Samuel Benítez ambos quedaron en que se verían a las cinco de la madrugada, pero al final se quedó dormido y no acudió a la cita, por lo que no salió en toda la noche de su domicilio.

Esta versión del acusado ha sido puesta en entredicho por varios testigos que han sostenido en sus declaraciones que el menor no se encontró con ellos hasta pasadas las diez de la noche, encuentro que se produce en una franja horaria en la que la Fiscalía sitúa el asesinato.

El Cuco sí que reconoce que, al día siguiente del crimen, el domingo 25 de enero, estuvo en el piso de León XIII, donde vio a la novia del hermano de Miguel Carcaño y a un amigo de ésta.

El menor también admitió, en otra declaración, que unos días después de la desaparición de Marta del Castillo, él y Samuel Benítez limpiaron el coche de su madre porque estaba “sucio”, pero no porque pretendieran eliminar pruebas porque el menor niega que ese vehículo se utilizara para transportar el cadáver. Según el menor, él “nunca” ha cogido el Volkswagen Polo de su madre, aunque Samuel sí lo hizo en varias ocasiones, una de ellas cuando fueron a limpiarlo.

En el juicio contra el Cuco, que se celebrarán entre este lunes y el próximo 10 de febrero, prestarán declaración 66 testigos, entre ellos 19 policías que intervinieron en la investigación del crimen de Marta y once peritos. Una de las sesiones más importantes de la vista tendrá lugar el miércoles, cuando han sido citados a declarar los cuatro adultos que están imputados en el otro proceso y la inspectora jefe del Grupo de Menores (Grume).

Los pafres de Marta, Antonio del Castillo y Eva Casanueva, declararán el jueves, día en el que también comparecerán la ex mujer de Javier Delgado y toda la familia que residía en Camas con la que había convivido el asesino confeso. Rocío, la ex novia de Miguel Carcaño, aseguró en su última declaración que Miguel le confesó que Marta fue enterrara en una arboleda próxima a su domicilio de Camas, lo que motivó una nueva búsqueda que también resultó infructuosa.

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