El menor de 14 años acusado de cometer dos delitos de amenazas y atentado contra un profesor del Instituto de Educación Secundaria La Paz, en Rochelambert, ha aceptado una pena de dos años de libertad vigilada y otros dos años de alejamiento tanto del docente como del centro escolar. El menor insultó al docente reiteradamente e intentó agredirlo en sus genitales. Fuentes del Ministerio Público indicaron ayer a Europa Press que un juzgado de Menores de Sevilla ha impuesto esta condena después de que la Fiscalía, el propio menor y el profesor afectado llegaran a una conformidad, por lo que no ha tenido que celebrarse juicio alguno.

El joven, que fue cambiado de instituto tras la orden de alejamiento cautelar dictada a mediados del mes de febrero, está siendo sometido a un tratamiento en su nuevo centro con objeto de controlar su agresividad y que, según las mismas fuentes, "está dando un gran resultado".

El menor fue detenido el pasado 14 de febrero por las continuas amenazas que vertía sobre un docente. "Voy a por ti" o "voy a venir con toda mi pandilla de las Tres Mil Viviendas" eran algunas de las frases que el alumno dedicaba al profesor.

Tras la agresión, en la mañana del 15 de febrero la Policía puso al joven a disposición de la Fiscalía de Menores , que solicitó al juzgado la puesta en marcha de una serie de medidas cautelares. El juzgado decretó la libertad vigilada del acusado, a quien se le ha impuesto una orden de alejamiento del centro escolar y del profesor por una distancia de 500 metros. Tales medidas, que fueron consideradas "ejemplarizantes" por el Ministerio Público, fueron puestas en conocimiento de la Delegación provincial de Educación, que tomó las medidas para que el menor de 14 años no quedara sin escolarizar.

A los pocos días del incidente estaba previsto un juicio rápido, que no pudo celebrarse por una crisis de ansiedad del profesor. Fuentes del instituto La Paz explicaron a Europa Press que el funcionario estuvo de baja por tales circunstancias.

Los hechos tuvieron lugar cuando el profesor de Latín y directivo del centro fue reclamado por un compañero porque el ahora imputado se negaba a cumplir con sus obligaciones en clase. En ese momento, el "enfurecido" joven recriminó su actitud al educador diciéndole que le iba a "abrir la cabeza con un hacha".