Segunda derrota consecutiva del Sevilla en la Liga, tras la del Bernabéu, y nuevo traspié en casa, donde no ha logrado ganar el equipo nervionense en once jornadas ligueras. Un veterano futbolista como Álvaro García, utrerano de 30 años y sevillista confeso, ha sido el verdugo del equipo de Jorge Sampaoli. "Es uno de los goles más especiales que he hecho", dijo al final del encuentro a Movistar.

Pésimas sensaciones pese a la mejoría en el tramo final del partido, cuando se han acumulado varias llegadas, sobre todo por los continuos intentos del Papu Gómez y algún disparo peligroso de Suso. Pero la imagen dada no invita al optimismo, porque el Rayo Vallecano ha tenido en la primera parte más ocasiones y en la segunda incluso fases de más posesión ante un equipo impotente que ha tenido muchísimos problemas para genera juego ofensivo y pérdidas importantes antes las que ha sufrido claras llegadas a la contra.

El mismo gol de Álvaro García define el partido: error de Lamela al intentar un pase al Papu, que lo desdoblaba en el área, y pase largo de Unai López tras la recuperación rayista hacia el costado del extremo utrerano, que se fue hacia dentro, con Montiel vencido por su impulso, y remató ante Gudelj ajustado al poste. Un duro castigo que hizo justicia por lo visto hasta ese momento, aunque después el Sevilla ha tenido algunas llegadas. Todo podría haber cambiado si Rafa Mir hubiera marcado en una clarísima ocasión en el minuto 51...

Pero no fue así y el derbi se aparece con nubarrones para un Sevilla que además pierde a Suso por suspensión, al haber visto la quinta amarilla en una falta absurda en el centro del campo. El Sevilla ya está con los mismos puntos que el Cádiz, el primero equipo en puesto de descenso. 

Mala primera parte

Pésima primera mitad del Sevilla, que apenas ha podido sacudirse la presión del Rayo y cuando lo ha hecho no ha podido darle continuidad a su fase ofensiva. Las pérdidas de los futbolistas del Sevilla han sido constantes, al ser hostigados por un Rayo más rápido y con más ritmo y más fuerza en cada una de las reuniones. Una estadística es más que llamativa: siete remates del Rayo por ninguno del Sevilla, cuyos únicos acercamientos más o menos peligrosos han sido un centro de Alex Telles que no pudo cabecear bien Lamela y un centro chut muy apurado del propio Lamela que había partido de fuera de juego dudoso y la jugada fue anulada. 

Las pérdidas de Isco y Rakitic en la parcela ancha han sido continuas y ha habido división de opiniones al descanso de una grada que no termina de creerse la poca fuerza de su equipo para zarandear de verdad al rival de turno. Gritos de "Tebas, vete ya" al descanso desde Gol Norte.