Jorge Sampaoli sabe que su equipo necesita "contundencia". El Sevilla está creciendo en el juego, pero demasiado lentamente. La rotación en la delantera, forzada por ejemplo ante el Rayo por la lesión de En-Nesyri, tampoco acaba con la sequía de los jugadores específicos. Y el juego a distintas alturas que ha solicitado el entrenador argentino desde el principio se cumple con permutas, combinaciones y cambios de juego y un exceso de juego al pie que quiere ir dotándolo de rupturas.

Pero en realidad lo que echa en falta Sampaoli es más contundencia. No quiere quedarse con ese lastre de la era de Lopetegui de generar mucho para terminar muy poco. En el partido ante el Copenhague al Sevilla le costó bastante la generación de juego en la primera mitad. Hasta el punto de que el técnico reconoció que el resultado fue engañoso. "Cuando el equipo logró entender cómo jugarlo sacó algún tipo de ventaja. No la concluyó en el primer tiempo esa ventaja en el campo rival. Lo resolvimos en el segundo tiempo. El rival pudo haber empatado y lo terminamos ganando más claramente de lo que pasó en el partido", dijo.

Pues bien, la realidad es que en el cómputo global de la quinta jornada de la Champions el Sevilla fue el equipo que más pases completó en el campo rival, por detrás nada menos que de dos gigantes que dominan a sus rivales como el Manchester City y el Bayern Múnich, que jugaron además ante dos potentes equipos como Borussia Dortmund y Barcelona y a domicilio ambos.

El Sevilla, en casa, completó con éxito el 87% de los pases realizados en el campo contrario, por delante de Benfica (86,2%), Liverpool (85,5%) y Real Madrid (85,2%), según las estadísticas de la UEFA. El City logró el 87,2% y el Bayern, el 87,1%.

Sin embargo, el equipo de Sampaoli apenas tradujo en ocasiones de gol ese dominio en el campo contrario, con uno de los porcentajes de posesión del balón más altos de la jornada de Champions (57,1%). Aun así, terminó ganando 3-0.

Según las estadísticas de la UEFA, el Sevilla realizó 11 centros al área que no tuvieron rematador. He ahí el lastre. Sólo En-Nesyri, baja ante el Rayo Vallecano por sus molestias musculares en el bíceps femoral, atinó a peinar suavemente un centro hacia dentro de Papu Gómez.

Quizá incluso ajeno a esta estadística reveladora, lo cierto es que Sampaoli pidió "contundencia" ante la visita del Rayo Vallecano. Y pases de ruptura que completen el juego al pie, a sabiendas de que tiene una plantilla con un perfil muy determinado. "Con lo que hay debemos intentar que los jugadores que tengan el recurso de jugar al pie en algún momento hay que buscar que tengan ruptura, porque sin ruptura no se agrede al rival. Suso intentó varias veces el remate, Isco tuvo más situaciones que en todo el torneo... Los jugadores que tengan ese talento deben generar juntos, porque la contundencia es para nosotros hoy vital", dijo en la previa ante el Rayo.

Tantos centros sin rematador también acusa a los futbolistas que deben ir al remate. El enfado con Rafa Mir en el Bernabéu no fue por su pérdida, según explicó, sino por su tendencia de bajar a recibir, por su posición en el campo, que dejó entrever que era hereditaria de la anterior etapa técnica. Ahí está la pelea de Sampaoli: generar más juego ofensivo efectivo, al espacio, a las rupturas, y que los centros tengan rematador, claro.