Sanidad

Los expertos reclaman que se prohíba totalmente fumar en los vehículos

Una pegatina que prohíbe fumar en el parabrisas de un vehículo en Londres.

Una pegatina que prohíbe fumar en el parabrisas de un vehículo en Londres. / Andy Rain (Efe)

El humo residual del tabaco contiene más de 50 carcinógenos que al fumar en el coche se impregnan en el salpicadero, techo y asientos y tardan 3 y 4 meses en eliminarse, por lo que los expertos piden que el plan antitabaco prohíba totalmente fumar en el vehículo, con o sin menores, para un mejor cumplimiento de la ley.

En una entrevista con Efe el director del Centro Colaborador de la OMS para el Control del Tabaco, Esteve Fernández, explica que la concentración de partículas cancerígenas en un coche en el que se ha fumado es hasta un millón de veces superior a la que puede haber en una habitación de 25 metros cuadrados, y eso ocurre igualmente con el aire acondicionado puesto o las ventanillas abiertas.

Sobre la posibilidad de incluir en el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 una prohibición total de fumar en coches, Fernández, jefe de la Unidad de Control del Tabaco del Instituto Catalán de Oncología (ICO), argumenta que las leyes con excepciones son "más difíciles de cumplir y hacer cumplir", que es lo que pasa en la actualidad con las terrazas.

Reconoce este catedrático de Salud Pública, la excepcionalidad del tema de los coches por ser ámbito privado si bien recuerda que ello no impide que se pueda legislar.

Pone de ejemplo, la obligatoriedad de llevar puesto el cinturón por un tema de seguridad vial o que no se puede conducir hablando por el móvil.

Y alude a cómo la ley española prohíbe fumar en taxis, vehículos de transporte público, coches de alquiler y en cualquier tipo de vehículo comercial, como las furgonetas de reparto, o de servicio público.

Por ello, considera que llevar la prohibición de fumar al vehículo privado es posible: "Se ha hecho en otros países y no se ha acabado el mundo".

Viviendas de protección oficial sin humo

Este experto también informa de que se está trabajando en el tema de "hogares sin humo".

En las casas, dice, el humo residual se deposita en las alfombras, en los sofás, en las superficies de los muebles, tejidos, cortinas y ropa de cama y está demostrado que niños que viven en hogares de fumadores aunque no se fume en su presencia, absorben estas sustancias al jugar con peluches contaminados.

Fernández plantea promocionar los hogares sin humo. "Nadie va a aceptar que se dicten normas para el ámbito del hogar", pero apunta como ejemplo las casas de protección oficial y de bajo coste donde el Gobierno podría prohibir fumar igual que lo hacen algunos particulares cuando alquilan su vivienda.

En Estados Unidos, señala, esta norma está incorporada. Y otra idea sería la promoción de casas libres de humo de forma voluntaria, especialmente cuando se trata de familias con niños.

Sobre las consecuencias en la salud por el humo residual del tabaco, especialmente en niños, se refiere fundamentalmente a enfermedades infecciosas respiratorias recurrentes de vías altas y bajas, otitis agudas y medias y agravamiento del asma.

También hay efectos en el útero. Las madres embarazadas que respiran humo ambiental o residual tienen niños de menos peso al nacer, una maduración pulmonar retrasada y en los lactantes hay mayor riesgo de muerte súbita.

Y advierte de que estas consecuencias nocivas también se dan con cigarrillos electrónicos y vapeadores, "pese al mensaje que se quiere vender".

Menos puntos de venta

No obstante, Fernández insiste en que la principal medida es que se suba el precio del tabaco y que comprar una cajetilla no resulte tan fácil. Se trataría de que se reduzcan los puntos de venta, que el tabaco no sea tan visible y que en los estancos esté dentro de armarios, como ocurre en Australia.

No sólo desde el Centro Colaborador de la OMS para el Control de Tabaco plantean estas prohibiciones. Desde la iniciativa ciudadana XQNS (por qué nosotros sí), su portavoz Joseba Zabala coincide en que la prohibición de fumar en coches debe ser total no sólo porque viajen menores, también por sanidad y seguridad vial.

Señala Zabala que el coche es el paradigma del "humo de tercera mano": "Son dos o tres metros cúbicos de aire donde las partículas se depositan en toda la habitabilidad del vehículo, que puede ser tapicería, salpicadero, cinturones de seguridad, botones, manillas de acceso y las sillas de transporte de los niños".

En opinión de Zabala, el nuevo plan antitabaco que las comunidades estudiarán en los próximos 15 días a fin de aportar propuestas deberá recoger esta reivindicación porque sería la única forma de que hubiera un seguimiento y cumplimiento estricto de la norma.

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