El bebé de un año cuyos padres fueron detenidos en Valladolid, después de que presentaran denuncias mutuas, dio positivo alto en el examen de cocaína practicado en el Hospital Clínico de la capital vallisoletana. La pequeña permanece bajo la custodia de los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León mientras los progenitores pasaron ayer a disposición judicial, donde tendrán que explicar ante un juez cómo llegó la cocaína al organismo de su hija, que acaba de cumplir recientemente un año de edad.

Los padres de la niña, actualmente en trámite de separación, interpusieron dos denuncias cruzadas, una de la madre sobre supuestos malos tratos de su expareja cometidos contra ella, y otra del padre por presuntos abusos de la madre a su hija. Tras haber sometido a la menor a una evaluación, los médicos no observaron signos de que hubiera sufrido abusos sexuales, aunque sí detectaron indicios de intoxicación por cocaína.

Ante esta situación, la menor ingresó en el hospital para ser evaluada. En principio, se encuentra bien físicamente, pero permanece bajo observación médica para realizarle más pruebas.