El Gobierno y las comunidades autónomas se verán el jueves en la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, pero la relajación del objetivo de déficit no será uno de los puntos a tratar. Ni el orden del día lo recoge, ni Bruselas se ha pronunciado aún sobre si flexibilizará los plazos a España, condición previa que puso la semana pasada el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, para comenzar a negociar con las comunidades cómo suavizar el 0,7% fijado para este año. "Una nueva senda de déficit", en palabras de Montoro, que en principio tendrá que esperar, según confirmaron ayer fuentes del Ejecutivo central y de la Administración autonómica.

La Junta confía en que finalmente se produzca esta flexibilización y así lo expresaron sus dirigentes hasta el mismo día de ayer, preguntados sobre el guión que llevará el Gobierno andaluz a esta reunión.

El vicepresidente andaluz y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas (IU), aseguró ayer que el Gobierno andaluz pedirá "una mayor justicia con referencia al déficit, una mayor relajación del mismo porque se necesita entrar en una dinámica que permita impulsar el crecimiento para luchar contra el desempleo".

El déficit debe repartirse con "más equilibrio y justicia territorial", sobre todo en comunidades como Andalucía, que precisan de un mayor nivel de inversión y en las que, en palabras de Valderas, es necesaria una "incentivación económica permanente".

En semejantes términos se pronunció el sábado la consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, que reclamó al Gobierno central "sensatez" y que "reparta oxígeno" el próximo jueves en la reunión con las comunidades.

Sin embargo, la agenda de la reunión parece que irá por otro lado. El Consejo de Gobierno de la Junta debatirá hoy cuál es la posición que lleva Andalucía a la reunión, en la que finalmente no entrará el objetivo de déficit, algo en lo que confiaban también otras comunidades, como Cataluña.

Por ejemplo ayer el consejero de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, dio por hecho que no tendrá que elaborar unos Presupuestos para este año con un déficit del 0,7 % del PIB, ya que España relajará ese límite, aunque ha evitado especular sobre qué margen extra puede llegar a tener Cataluña.

El consejero explicó a la emisora Rac-1 que calcula que este será el último presupuesto con recorte del gasto, y apuntó que a partir de 2014 cualquier ajuste "tendría que venir por la vía de los ingresos".

"Está claro que Europa flexibilizará el objetivo español (sobre el déficit) y no tardará demasiado. También está claro que esta vez la negociación a nivel español llevará a compartir este margen extra (con las comunidades autónomas). No me pregunte en qué magnitudes, porque la negociación continúa, pero está bien enfocada. No iremos hasta final de año con un objetivo del 0,7 %", explicó el consejero catalán.

Las mismas fuentes confirman que el principal punto del día es la constitución de un grupo de trabajo para revisar la financiación autonómica y la supervisión de los planes para reducir empresas públicas.

En la última Conferencia de Presidentes, celebrada en octubre, se acordó crear un grupo de trabajo dentro del Consejo de Política Fiscal, que es el que se constituirá el jueves. El resultado del actual sistema de financiación autonómica debe iniciarse este año puesto que concluye la vigencia de la actual ley y debería prepararse una nueva en 2014. Además, Hacienda quiere revisar la aplicación de los planes ya aprobados por las autonomías para reducir el sector público que depende de ellas, puesto que en algunos casos se considera que el ritmo está siendo lento.

De otro lado, el vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez, avisó de que estarán vigilantes ante la posibilidad de que el Gobierno central decida "pactar por detrás" con el presidente catalán, Artur Mar, cuestiones relativas a la financiación autonómica o al déficit, al margen del Consejo de Política Fiscal.

La dirigente del PP Alicia Martínez recomendó ayer por su parte que, "antes que pedir que se relaje el objetivo de déficit, controle sus cuentas y recorte en gastos superfluos".