Ha sido la Feria del té. Así la apodaron muchos sevillanos cuando desde el primer día se percibió la tendencia que iba a marcar esta edición: llegar al real una vez que se había almorzado en casa. Las calles de albero han estado a medio gas a la hora de comer y sólo se ambientaban a partir de las cinco de la tarde. La peor cara de esta demora en pisar el recinto ferial la mostraba el interior de las casetas, en las que pocas se pudo ver un lleno absoluto a la hora en la que los peroles debían estar hirviendo. Quizá ésa fue la razón de que muchos vigilantes hayan mostrado una actitud más permisiva a la hora de dejar pasar al interior de estos habitáculos efímeros a personas que no eran socias, ya que de lo contrario las cuentas difícilmente podrían cuadrarle a los camareros y encargados de la cocina.

El principal dato en el que se ha basado el Ayuntamiento a la hora de confirmar esta bajada en el consumo ha sido la reducción de los residuos recogidos por Lipasam cada día. En el gráfico inferior se observa cómo la comparativa con 2011 -cuando ya el gasto se debilitó- arroja un porcentaje negativo. La jornada en la que más basura se registró fue la del viernes, con 258.140 kilos, una cantidad que supone un 9,2% menos que la recogida en la misma jornada del año pasado. La 0disminución más notoria en este sentido se produjo el sábado, con un 18,1% menos de residuos en una jornada que estuvo marcada por las precipitaciones. En total, hasta el sábado se recogieron 1,2 millones de kilos de desperdicios, un 13,5% menos que en el mismo periodo del año pasado.

El balance de Lipasam contrasta con el de Tussam. Si la basura se ha reducido, el volumen de pasajeros ha sido irregular desde el martes al sábado de Feria. El día en el que más viajeros se subieron a las líneas con parada en el real fue el miércoles, con 128.117 usuarios, lo que supuso un 17,5% más que la misma jornada de 2011. Sin embargo, el aumento fue más destacable el primer día oficial de Feria, cuando el incremento interanual llegó al 30%, con 110.000 pasajeros. A partir del jueves la comparativa con el año anterior es negativa, aunque sin alcanzar las cifras de los residuos. El día en el que se llegó a una bajada mayor fue el sábado, con un 8% menos, aunque aquí también hay que señalar la incidencia de la lluvia.

Al margen de las líneas que llegan hasta el recinto ferial se encuentra la lanzadera que traslada a aquellos usuarios que aparcan en el Charco de la Pava (muchos menos años anteriores), que suman otros 252.310 pasajeros en toda la Feria. Si éstos se añaden a los 637.084 usuarios del resto de líneas hasta el sábado (un 6,82% más), la cifra resultante es de 889.394, por lo que la empresa municipal de transporte espera que con los datos de de este domingo se alcance el millón de viajeros.

En cuanto a las incidencias, esta edición ha destacado por cierta tranquilidad en las calles del real, salvo el accidente que se produjo el sábado cuando un caballo se desbocó en la calle Espartero y recorrió a galope buena parte del recinto, dejando en su estampida un reguero de 11 heridos de carácter leve, entre ellos, un niño. El fenómeno de la botellona ha mermado considerablemente.