Abengoa comunicó este miércoles por la noche, a las 21:16 horas, los resultados del primer semestre de 2017 y convocó una conferencia telefónica para presentarlos, después de que la víspera hubiese cancelado ese trámite por el revés que ha supuesto la sentencia firme que ha estimado la mayoría de la impugnaciones al acuerdo de refinanciación.

La multinacional andaluza, que retrasó la comunicación al mercado y los inversores para reflejar en el balance las consecuencias de este fallo judicial, cifra en 72 millones de euros la deuda que los impugnadores que ha quedado fuera de la quita reclamaban hasta antes de la homologación del pacto que ha permitido la reestructuración.

Sin embargo, en un comunicado remitido a este diario -el mismo que envió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)-, Abengoa se resiste a considerar esos 72 millones como la cantidad que debe pagar a los acreedores a los que el juez Pedro Márquez Rubio ha reconocido "desproporción en el sacrificio" y deja fuera del acuerdo.

"La Sociedad interpreta que la sentencia no permite determinar el valor al que considerar la deuda excluida y a estos efectos tiene previsto solicitar la aclaración y, en su caso, complemento pertinente al Juzgado a través de los cauces establecidos en el Ordenamiento Jurídico", afirma literalmente Abengoa, que, en definitiva evita reconocer que esos acreedores tienen derecho a cobrar la totalidad de lo adeudado.

Fuentes jurídicas conocedoras de la causa, empero, abundan en la idea que esa postura sólo busca ganar tiempo, "porque la vía judicial emprendida por los impugnantes a los que el juez reconoce el sacrificio desproporcionado tiene como resultado el reconocimiento íntegro de la deuda". Ante la pregunta de que si cabe alguna posibilidad de que esa deuda no se abone, la misma fuente es tajante: "Salvo que Abengoa vuelva a declarar concurso o preconcurso, la deuda debe pagarse totalmente".

La sentencia reconoce un sacrificio desproporcionado en virtud a que en el plan de viabilidad de la multinacional se afirma que "la quita prevista como necesaria era del 70% (80% si se producía un determinado nivel de cristalización de créditos contingentes), lo que fue confirmado -añade el magistrado- tanto por el Sr. Fernández de Piérola como por el Sr. Martínez-Fidalgo, e incluso por el perito, don Joan Rojas, que declaró que según el plan de viabilidad era posible pagar el 30% del pasivo financiero total".

Y es que ahí radica el núcleo de lo sucedido. Los acreedores que no se adhirieron al acuerdo se les obligaba a renunciar al 97% de su deuda, frente al 70% que han perdido quienes suscribieron el pacto que ha permitido la reestructuración. Las fuentes conocedoras del pleito sentenciado en firme no dudan: "Al alegar esa desproporción en el sacrificio y reconocerla el juez, su deuda está excluida de la quita y está viva al 100%".

La cifra, además, está lejos de las estimaciones que se habían hecho, que llegaban a los 160 millones de euros.

Abengoa optó este miércoles por dar una patada al balón a la espera de que el juez se pronuncie sobre la aclaración que sostiene que pedirá.

Mientras, el resultado neto comunicado asciende "a 4.906 millones de euros, debido principalmente al beneficio no recurrente por importe de 5.814 millones de euros recogido en la cuenta de resultados derivado de la reestructuración financiera que se compone de los siguientes elementos: cancelación de pasivos financieros por 8.433 millones de euros, alta de nueva deuda refinanciada y nuevas acciones emitidas por (1.943) millones de euros, efecto impositivo por (538) millones de euros y comisiones y otros gastos por (138) millones de euros".

Más que el beneficio neto hasta junio, frutos de esos extraordinarios, Abengoa enfatizó ayer que está en la senda de la recuperación de su negocio tradicional.

Durante el primer semestre de 2017 Abengoa registró ventas de 691 millones de euros y un Ebitda de 16 millones de euros, que valoró como "una importante mejora en rentabilidad debida principalmente a un gran esfuerzo en reducción de gastos generales", aclarando que estas cifras excluyen el impacto de la actividad de bioenergía y de las concesiones de las líneas de transmisión de Brasil, que se presentan como resultados procedentes de operaciones discontinuadas, según el comunicado de la compañía.

"Durante este periodo, Abengoa ha incurrido además en gastos relacionados con el proceso de reestructuración financiera de, entre otros, provisiones de coste de construcción y servicios profesionales independientes por importe de 101 millones de euros. Excluyendo estos gastos no recurrentes, el Ebitda habría ascendido a 117 millones de euros, una mejora significativa respecto de las pérdidas de 59 millones registradas durante el mismo periodo de 2016", argumenta la empresa radicada en Sevilla. Además, Abengoa destacó la contratación de nuevos proyectos por valor de 761 millones de euros en Marruecos, Arabia Saudí, Chile, Argentina, Reino Unido y Bélgica, entre otros, lo que eleva la cartera de ingeniería y construcción a 30 de junio de 2017 a unos 1.909 millones de euros.