Más de 200 personas murieron el jueves en Siria, la mayoría en Damasco y su periferia, por la represión de las fuerzas gubernamentales, han denunciado los grupos de la oposición. La Comisión General de la Revolución Siria situó el número total de fallecidos en 222, mientras que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que fueron 206 y los Comités de Coordinación Local los cifró en 217.

El régimen sirio ha intensificado sus operaciones tras el atentado del pasado miércoles en la capital que acabó con la vida del ministro de Defensa, el general Daud Abdelá Rayiha; del viceministro de este mismo departamento y cuñado del presidente, Bachar al Asad, el general Asef Shaukat, y el asistente presidencial Hasan Turkmani.

Los grupos opositores han declarado que durante la jornada del jueves las fuerzas leales a Al Asad bombardearon zonas residenciales de los suburbios Zamalka, Eid Turmah, Yobar y Zabadani, entre otros. Dentro de la capital, los bombardeos y choques entre los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) y los efectivos gubernamentales se centraron en los barrio de Al Mezzeh y Kafr Suse, en el suroeste, y en Al Midan, en el centro. En la mañana del viernes, el régimen anunció que había conseguido recuperar el control de este último distrito tras expulsar a "terroristas y mercenarios". Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente por las restricciones impuestas por el régimen a los periodistas para trabajar.

Los rebeldes consiguieron hacerse con el control de puestos fronterizos, al menos ocho con Irak y dos con Turquía. Una fuente policial de Irak confirmó que todos los cruces con la provincia iraquí de Al Anbar, la que comparte una mayor frontera con Siria, estaban en manos rebeldes.

Entretanto, en el ámbito diplomático, el Consejo de Seguridad de la ONU fue incapaz por tercera vez de emitir una resolución sobre Siria por el veto de Rusia y China. La resolución contemplaba sanciones económicas y políticas, y que contenía también la renovación del mandato de los observadores.

Muere el jefe de la Seguridad Nacional siria herido en el atentado

El general Hisham Ijtiar, jefe de la Seguridad Nacional siria, ha muerto por las heridas sufridas en el atentado del miércoles en Damasco.Fuentes de los servicios de seguridad sirios han informado del fallecimiento de Ijtiar, que resultó herido junto al ministro del Interior, Mohamed Ibrahim al Shaar.

Nacido en 1941, Ijtiar formaba parte del círculo más cercano del presidente Al Asad y era uno de sus principales asesores en materia de seguridad. En el pasado, fue director de los servicios de Inteligencia y era dirigente del partido gubernamental Al Baaz. Ijtiar estaba dentro de la lista de personalidades sirias que tienen prohibido entrar en EEUU.

En paralelo, se han desarrollado las exequias por el ministro de Defensa, Daud Rayiha, el viceministro Asef Shaukat, y el asistente presidencial Hasan Turkmani. El funeral se celebró en el edificio de Al Shahid, en Damasco, construido en 1993 para homenajear a los caídos en la Historia de Siria, ha señalado la cadena, que no ha ofrecido imágenes.