Entrevista con el vampiro. Espectro abotargado. Paraguas lanudo de una gran panda de irresponsables. Confesiones de lo que parecía un afectado monje de clausura y corbata; de un recluso, como los de aquella Cuerda de presos de Jesús Quintero. Palabras y muecas de un tipo en la inopia. Con la cabeza llena de frases troqueladas y un cinismo disfrazado de testarudez digna. Parecía que este Salvados iba a ser una encerrona. Para el espectador. Pero no, de nuevo Jordi Évole sacó lo mejor de sus cualidades en el oficio y supo desarmar y desvestir a este entrevistado que en su soberbia escondida creyó que el de La Sexta iba a hacerle la pelota. Preguntas y repreguntas. Imaginen el cabreo añadido que seguirá rondando por la plaza de Sant Jaume. Évole, ese botifler para la causa secesionista y suicida, nos ha destapado a este personaje que sólo guarda serrín, aunque con ese serrín aún puede provocar un incendio.

Un enfoque ligeramente por debajo del protagonista, agudizando arrugas y comisuras. Media cara iluminada y, avanzada la grabación, tornada en claroscuro. Ya sólo por la puesta en escena, que describía a Puigdemont más de lo que él se imaginaba, merecía la pena este Salvados, con cinco minutos en off previos que resumen la tragicomedia en la que se ha ido instalando Cataluña en su relación con el resto de España. Lo de votar en contra del referéndum de Kurdistán es sólo la campanuda anécdota del vacío que late sobre el más patético presidente autonómico de la historia.

Cuando pase la pantomima confiemos en que todo se arregle sin lamentar nada más frente a la clamorosa derrota política que se merecen estos provocadores independentistas. El Estado deberá asumir más presencia en Cataluña, abandonada por puro complejo ante una envalentonada Generalitat. Por lo pronto habrá que ir poniendo repetidores de TDT en pueblos como Rupit, donde te reciben con un "is not Spain". Por allí sólo se sintoniza TV3. Ni TVE, ni A-3, ni Telecinco. Ni siquiera La Sexta que, reconozcamos, nunca deja en la indiferencia

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios