Los ex presidentes Felipe González y José María Aznar, los ex ministros Solana y Ruiz Gallardón, Albert Rivera y otras personalidades de los dos principales partidos participaron ayer en un acto de apoyo a los presos políticos venezolanos.

No acudió ningún miembro del Gobierno de Rajoy, pero su apoyo a la causa de la oposición venezolana y a sus principales presos políticos, entre ellos Leopoldo López, es constante y activa; nadie puede dudar de dónde están el Gobierno y el PP respecto al chavismo y a Venezuela. De hecho, el padre de Leopoldo López mantiene muy estrechas relaciones con el PP y acudió a su congreso.

Lo que se echa en falta es que no se encuentre en esa línea de denuncia el tercer ex presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre todo cuando forma parte de un supuesto equipo negociador. Y bien que presume de formar parte de ese equipo negociador, aunque la oposición venezolana rechaza dialogar con él porque le ven excesivamente defensor de Maduro.

Con su ausencia, Zapatero avalaba a quienes denuncian que está más cerca de Maduro que de la oposición … con todo lo que eso conlleva. Probablemente presentará alguna justificación a su ausencia cuando se vea en falta, pero ni siquiera su agenda internacional -irrelevante- puede servirle de excusa, podía haber enviado unas palabras de apoyo para ser leídas en el acto al que no podía acudir.

Para nadie es un secreto que las relaciones entre González y Aznar son casi nulas. Por eso es significativo que hayan aceptado sin condiciones presentarse juntos en un acto organizado para recordar los tres años de prisión de Leopoldo López. Personalidades de todos los partidos, excepto Pablo Iglesias, han mantenido una posición de apoyo constante al opositor y la perseguida oposición venezolana. Y Zapatero … pues se ha puesto de perfil. Posición que en roman paladino significa que le incomoda expresar públicamente que reprueba a Maduro.

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