Es complicado encontrar programas de servicio público en La 1 pero hay una franja horaria en su programación que condensa esa función. Comienza sobre las siete y media de la tarde y termina a las nueve de la noche. En ese tiempo se emiten España Directo y Aquí la tierra. Hoy es el turno de escribir sobre el segundo. El formato recibirá el próximo 12 de diciembre el premio Ondas a mejor programa de entretenimiento. Se trata de un reconocimiento muy merecido. Es gratificante ver cómo se reconoce la labor de este tipo de programas que tienen enfrente a fuertes competidores como algunos noticiarios o Pasapalabra y que pese a ello se hacen notar. Después de tres años y medio de emisión continúa mejorando día tras día, y eso solo puede ser fruto de contar con un equipo repleto de profesionales y que hace su trabajo con cariño.

Los responsables de otorgar el premio que recibirá Aquí la tierra la próxima semana justifican su elección "por su credibilidad en la divulgación de los fenómenos naturales y aspectos esenciales de nuestro planeta y vida cotidiana". Toda la razón. El aspecto por el que más destaca este formato es por la divulgación que realiza sobre temas muy necesarios y que no tienen tanta cabida como deberían tener en televisión. Concienciar a los espectadores sobre la importancia del medio ambiente y la naturaleza a través de historias curiosas, incluir reportajes culinarios con los que la audiencia aprende secretos y nuevas recetas, informar sobre el clima de forma diferente a los tradicionales partes meteorológicos o recorrer todo el país y contar con protagonistas que transmiten naturalidad y humildad son algunos de los aspectos que convierten a este programa en uno de los que la cadena pública puede presumir con orgullo. Porque se trata de un programa de divulgación y servicio público sin florituras, sin información incomprensible, sin nada que haga pensar que realizan un trabajo para salir del paso. Todo lo contrario. Reportajes concisos, de temática interesante e importante y en los que se percibe el gran esfuerzo de todo el equipo que aparece delante (los reporteros son de lo mejor) y detrás de las cámaras. Desde el plató Jacob Petrus y Quico Taronjí, los presentadores, transmiten sencillez, energía y felicidad por lo que hacen. Lo mejor es que se puede disfrutar de este programa tanto entre semana como los domingos. La pena es que con lo necesario que resulta solo tenga media hora de duración. Se hace corto. Pero teniendo en cuenta la cadena en la que se emite poco más se puede pedir.