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Carlos Colón

Adiós a la voz que cantó 'So in Love'

QUIERO recordarles lo mucho que, en forma de tardes de buen cine y mejor música, deben a esta mujer que nos dejó el pasado día 17. Si no me equivoco la conocieron en septiembre de 1948 en el Palacio Central, haciendo pareja con June Allyson en Dos hermanas de Boston. "Un torrente de bellas canciones, sonrisas y amoríos", decía la publicidad que la anunciaba como "otro jilguero al servicio de la pantalla". Sus anteriores éxitos fueron llegando después porque la Segunda Guerra Mundial había bloqueado la distribución de películas. La estupenda Levando anclas, rodada en 1945, llegó al cine Florida en noviembre de 1948, presentándola junto a Frank Sinatra, Gene Kelly y José Iturbi.

En febrero de 1953 se estrenó en el suntuoso Coliseo España Magnolia, transposición al cine del revolucionario musical de Jerome Kern Show Boat, en la que trabajaba junto a Ava Gardner y hacía pareja con Howard Keel. En enero del 56 nos visitó en el Pathé, otra vez del brazo de Howard Keel, en El amor nació en París (Lovely to Look At), el musical de Kern que ya habían llevado al cine, con el título de Roberta, Astaire y Rogers en 1935. En ella cantaba El humo ciega tus ojos que, gracias a la película y a la versión grabada un año más tarde por The Platters, se convirtió en un éxito internacional del que también se hicieron versiones en español, entre ellas la que Sarita Montiel cantaba con su voz chica y pastosa: "Tu pasión se extinguió y el humo te cegó por siempre el corazón". A esas alturas de 1956 su fama era tan grande en España que el popular programa de Radio Sevilla "Café y concierto", que se emitía en las sobremesas de los sábados, la incluía en la sección "Voces extraordinarias" junto a Victoria de los Ángeles, Renata Tebaldi y Rosita Serrano.

En octubre de ese mismo año 56 el Palacio Central anunciaba el estreno de "una joya del séptimo arte" interpretada por "la estrella favorita de Hollywood…, joven y bella, consumada actriz, grácil y desenvuelta". Era Cumbres doradas, biografía de la cantante de ópera Grace Moore que, al igual que ella, fue tentada por el cine gracias a una oferta de Louis B. Mayer. Porque esta estrella de la Metro que hoy despedimos era una cantante lírica que jamás olvidó su pasión por la ópera. Por ello abandonó el cine en 1956, en la cumbre de su fama. Tan grande fue que ha muerto más de medio siglo después sin que quien la oyera haya olvidado con cuanto encanto cantaba Make Believe en Magnolia, El humo ciega tus ojos en El amor nació en París o So in Love en Kiss Me Kate. Se llamaba Kathryn Grayson.

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