CUENTAN en el PP que la desconexión de Arenas no está siendo fácil. En cierta manera, el liderazgo y la personalidad de Javier no se olvidan de la noche a la mañana. Ni él olvida al partido ni el partido lo olvida a él. Hay inercias (sus llamadas, su presencia continua, etcétera) que ralentizan el proceso de desvinculación. Cuestión de tiempo. Quien sí tuvo calara su marcha de la sede de San Fernando desde el primer día fue Antonio Sanz, el dos veces secretario general del PP andaluz. Tan es así que se llevó las banderas oficiales de su despacho. Al verle descolgándolas le preguntaron: "¿Qué haces, Antonio?" Y respondió: "Es que son mías".