TRAYECTORIA ascendente la que muestra Antonio Adán como guardián de la portería del Betis. Sostén indudable del equipo, el madrileño se ha convertido en el mejor fichaje de cuantos se hicieron en este Betis desde que fue judicializado. Es un portero de los que dan puntos dijo Juan Merino a la finalización del choque de Riazor y la verdad es que si no hubiera sido por su aportación, la derrota se hubiera consumado por goleada.

Y en este estado de cosas ha surgido algo habitual, que ese periodismo que tanto mira por los intereses de los futbolistas haya decidido promocionarlo un día sí y otro también. Es el sino de este Betis condenado a no disfrutar nunca y en el caso de Adán no ha tardado en aparecer la campaña promocional con media Premier deseándolo según el panegirismo de guardia. Y pensar que un gurú de los micrófonos nocturnos dijo de él que era más malo que la carne de pescuezo...

Aquello fue cuando Mourinho lo antepuso a Iker en la portería madridista, pero en el Betis, por siempre y para siempre Real Betis Balompié, se ha revalorizado de tal forma que nadie se explica por qué Vicente del Bosque, que tan bien lo conoce, lo tiene ninguneado. Por cierto, los que repiten que es el sostén del Betis con indudable ánimo crítico deberían caer en la cuenta de que es el Betis quien le paga tras el acierto de Ángel Luis Catalina, que fue quien lo rescató del Calcio.

Dicho lo cual, bien haría la dirigencia bética en arreglar las cosas para que su cláusula de rescisión no sea la ganga que tanto se pregona. Creo que es un asunto prioritario, mucho más que el de la renovación de su suplente, para ir de una vez a la construcción de un equipo medianamente competitivo. Medianamente o más que suficientemente competitivo. Un equipo que esté en consonancia con la fuerza social del Betis tanto en Sevilla como fuera de Sevilla. Vamos, digo yo...