EL escritor más perseguido del mundo da la cara hoy en Sevilla. Demos la bienvenida a Roberto Saviano, el autor del libro Gomorra, cuya versión cinematográfica abre el Festival de Cine Europeo. Un éxito de convocatoria para el certamen hispalense. Saviano vive escondido de la Camorra napolitana desde que tuvo valor para publicar hace dos años Gomorra. Un libro-testimonio, elaborado con la curiosidad del correveidile callejero y el rigor del ratón de biblioteca, que cuenta todos los sujetos, verbos y predicados de la extorsión, el asesinato y la corrupción que su Nápoles natal importa y exporta. Con su arrojo, Saviano ha tasado su vida a precio de mercenario dispuesto a acribillarle, y sabe lo que vale la amarga lección de quedarse solo, dada la cantidad de allegados que se han desmarcado de él. Se solidarizan de boquilla, pero no quieren estar a su vera ni darle refugio.

Saviano ha llevado el periodismo de investigación a su máxima expresión, como un Kapuscinski urbano. Saviano ha desafiado la omertá y su vida jamás será igual que antes. Para más inri, tiene que sufrir la falta de apoyo del Gobierno de Berlusconi (lógico, Il Cavaliere no es un paladín de la libertad y la honradez) y se marcha de Italia por miedo. Seis Nobel (Orhan Pamuk, Günter Grass, Gorbachov, Desmond Tutu...) han puesto en marcha una campaña para que Italia garantice la libertad a este fugitivo con la verdad a cuestas. Una verdad que nos incumbe por partida doble, pues la Camorra está detrás de empresas e inversiones en nuestra tierra que son una tapadera para blanquear el dinero sucio de sus negocios y crímenes.

Cuando un festival abre los ojos de sus espectadores a una pluralidad de cinematografías, temas e ideas, ensancha el horizonte de libertad y la creación cultural. Un festival como el de Sevilla, que enarbola la bandera de Europa, es mucho más útil cuando exhibe a Saviano y lo que él representa. Un hombre que ha hipotecado su libertad en favor de la nuestra.