DESCONOZCO si, como se ha asegurado desde la trinchera rival, se ha tenido que romper la hucha para iluminar a Sevilla en esta Navidad. No tengo constancia de que ello haya sido así, que muy posiblemente lo sea, pero de lo que nadie podrá dudar es que esta bellísima ciudad que nos alumbra luce incandescente, brillantísima, muy guapa, con las luminarias que la autoridad gobernante le ha instalado. Especialmente resultona la vía luminosa en que se ha convertido la Avenida, esa fantástica ruta que va del Ayuntamiento a la Pila de los Meones en que el único reparo hay que ponérselo a esos émulos de Indurain que no respetan paisaje ni paisanaje, el abundante paisanaje que anda por allí venido de no se sabe dónde y que se queda absorto ante tanta belleza. Ya digo que no sé si no hubo otra que romper la hucha, pero en esta crujía no viene nada mal que se haga la luz como esta vez se ha hecho.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios