DECÍA Lorenzo Milá que citar el nombre de Gabriel García Márquez en su Telediario, siquiera en el minuto treinta, suponía perder alrededor de medio millón de espectadores, que aprovechaban ese instante para apretar el botón del mando a distancia para otear qué les contaban en otras latitudes. Por esta regla de tres, citar el apellido del músico alemán supondría invitar a la deserción de la lectura de esta columna a un número importante de los visitantes a esta página.

Asumamos los riesgos de no hablar de Iván de Gran Hermano. Haendel murió en el año 1759. Lo que significa que este 2009 celebramos el 250 aniversario de su fallecimiento. Y ya se sabe lo que ocurre cuando una efemérides cuenta con un número redondo. Todo son celebraciones, recuerdos, conciertos conmemorativos.

Pues bien, me da un poco de vergüenza contar que la segunda semana de este mes de enero tan largo, Los conciertos de La 2' nos regalaron El Mesías. Fue una muy buena versión, grabada recientemente en el Teatro Monumental de Madrid. Lo que me da cierta vergüenza contar, quede claro, es que se programase a las ocho de la mañana y no se anunciase en ninguna parte.

Ni siquiera contando con la coartada del susodicho aniversario los programadores tuvieron a bien hacer una excepción, modificar el horario, o al menos realizar una aviso a navegantes advirtiendo de la presencia de este oratorio en horario complicado. O en la página de Internet, de elección a la carta. Me entristece, y les prometo que no es pose ni discurso prefabricado, que pasen estas cosas. Todos damos por bueno que la televisión vacua se dedique a los temas que se dedica. Pero nadie levanta la voz quejándose de que ni siquiera esa otra televisión, que se supone seria, cumpla con el papel asignado. Y hagan estas cosas con Haendel.

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