VUELCO considerable el que se vislumbra en lontananza, en una lontananza que se anuncia para la franja comprendida desde las ocho a poco antes de las diez de la noche. Fiebre altísima la de este sábado noche en que la Liga puede ver cómo se le remueven las cuadernas para que las cosas sean bien distintas a como han ido transcurriendo desde que todo arrancó cuando las calores. Puede cambiar la cabeza de la tabla a pesar de que muchos vendían la piel de la Liga mucho antes de cazar a susodicha competición y puede el Sevilla dejar bien a su racial presidente durmiendo ya en territorio Champions. ¿Quién da más?

Sábado apasionante con Riazor, el Calderón y el Colombino como escenarios donde testificar el gran tsunami clasificatorio que puede darse en esta jornada vigesimosexta de una Liga que no parece que vaya a ser apta para gente con el corazón en tres cilindros. Una Liga ésta en la que habrá que hacer acopio de sales para ir driblando a la sofoquina por los devaneos de una jornada sí y otra también. Y el partido de esta jornada tan apasionante y constreñida en lo más interesante puede ser el de Huelva, sobre todo porque la caída del Madrid no sólo no es improbable sino que sería el desenlace natural a su andadura por estos campos de Andalucía.

Impresionante también que el Barça puede matar dos pájaros de un tiro, el de la cabeza y el de darle al Atleti la puntilla defenestrándolo de la zona noble en beneficio de un Sevilla que no parece que vaya a dejarse punto alguno en las cunetas de Riazor. Suena lo de esta noche en los distintos carruseles a fiebre de fin de jornada de horarios unificados para que lo que sea igual para todos no sea ventaja para ninguno. Dicen en Coruña que Del Nido ha ido de prepotente augurando pernoctar en Champions, y ¿por qué? Es lógico y natural que confíe en su equipo y parece muy probable que lo de esta noche sea una carambola a tres bandas para un tsunami liguero.