NUNCA tanto optimismo ante un español en la alfombra roja, en la por antonomasia alfombra roja, que no es otra que la que hollan los que asisten a la gala del Oscar. Lo ha dicho Antonio Banderas y punto en boca, que el malagueño es una autoridad en la materia y está en todos los pucheros donde se maneja el séptimo arte. Ha adelantado que a Penélope le van a regalar una muñequita de oro para su casa y eso es más que una premonición, bastante más. Nunca un español llegó con tanta fuerza al Nobel del cine como esta madrileña de Alcobendas que ya rozó el cielo con los dedos de la mano de Almodóvar en Volver, que estuvo en el gran éxito de Trueba con Belle Époque y que ahora llega fortalecida por un salvoconducto llamado Woody Allen. En un tiempo tan oscuro como éste, las expectativas que despierta Penélope sirven para que el tiempo parezca menos desagradable.